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Tribuna
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El poder de China en la política energética de Rusia

Estos últimos tiempos hemos venido hablando de la necesidad de entablar un diálogo energético global y de la importancia de estructurar un sistema de seguridad energética global. Estos problemas fueron temas centrales en la cumbre del G-8 de San Petersburgo.

Junto a la definición de los enfoques comunes sobre la formación del modelo energético mundial del siglo XXI, son de enorme importancia ciertas vertientes de la política energética que diversos países aplican y su coordinación. Toda política energética se basa en la estrategia energética. La política industria energética rusa se halla refrendada en la Estrategia Energética de Rusia para un periodo de hasta 2020.

Los principales jalones de este documento están al orden del día. Se trata de la seguridad energética y ecológica, la eficiencia, y la eficacia económica interna de la industria energética de Rusia. El logro de estas metas se asegura con la política energética del Estado que reside en el usufructo racional del subsuelo, el desarrollo de los mercados internos, la eficaz política energética exterior y la escala macrorregional.

La cooperación entre la Federación de Rusia y China, establecida en la estrategia Dirección Este ocupa un lugar especial y no debe limitarse a los suministros de hidrocarburos; supone además el suministro de equipos energéticos de Rusia, el de energía eléctrica y el desarrollo de la infraestructura.

Voy a destacar el carácter específico de esta etapa de materialización de la Estrategia Energética. Se trata ante todo del desarrollo y ejecución de una serie de proyectos orientados hacia el mercado interno como hacia el mercado energético externo.

En estos momentos está por concluir el trabajo en el programa de explotación de las reservas de gas en Siberia Oriental y Extremo Oriente. Ello significa que Rusia se haga con una nueva provincia gasista. El Programa prevé crear en esta zona un sistema único de extracción, transportación y suministro de gas, teniendo en cuenta las necesidades de exportar gas a los mercados de China y otros países del área Asia-Pacífico. Las reservas prospectadas y su incremento pronosticado permitirán extraer gas en las zonas orientales hacia 2030 en cantidades que lleguen a 150.000 millones de metros cúbicos de gas al año. El fomento de la industria del gas y petróleo en la zona supone no sólo utilizar hidrocarburos como combustible, sino también crear un nuevo sector industrial especializado en el lanzamiento de productos con alto valor añadido (transformación de petróleo y gas, petroquímica y gasoquímica).

Otro proyecto que tenemos es la construcción del sistema de oleoductos desde Siberia Oriental hacia el Pacífico. El proyecto supone 80 millones de toneladas de petróleo al año, de las que 30 millones estarán destinadas a China. Se ha iniciado la construcción del primer tramo (Taishet a Skovorodino) que finalizará a finales de 2008. Durante la visita que el presidente de Rusia, Vladimir Putin, efectuó a China la empresa rusa Transneft y la Corporación Petrolera Nacional China firmaron un protocolo relativo al problema de la proyección y construcción del oleoducto en el tramo Skovorodino a la frontera china. El hecho de que Rusia aumente la cooperación energética con China se refleja en los acuerdos entre nuestras compañías.

El marzo pasado, en presencia de dirigentes de Rusia y China, Gazprom y la Corporación Petrolera Nacional China firmaron un convenio sobre la intensificación de la cooperación en la esfera del gas. El gas natural de Rusia se suministrará a China a través del Sistema æscaron;nico de Suministro de Gas de Rusia por dos rutas: la occidental desde las zonas de la tradicional extracción de gas en Rusia, y la oriental desde el campo en la isla de Sajalín. Se espera que en 2011 comience el suministro de gas, y en 2020 su volumen alcance los 30.000 y 38.000 millones de metros cúbicos, respectivamente, en cada dirección.

Sobre la construcción del gasoducto de Altai a China, los parámetros y plazos están bien definidos, aunque se sigue negociando. El proyecto es técnicamente factible.

Entre los acuerdos más relevantes está el convenio entre Rosneft y la Corporación Gasopetrolera China para crear empresas mixtas. El comercio a secas es una cosa, pero los negocios conjuntos es otra muy distinta. Los convenios entre Rosneft y la Corporación Gasopetrolera China de empresas mixtas supone un nivel más elevado de cooperación.

También se mantiene la cooperación en materia de energía eléctrica. La SEU de Rusia y la Corporación de Redes Eléctricas de China han suscrito un convenio que estipula el deseo de ambas partes de firmar un contrato a largo plazo sobre el suministro de energía eléctrica. Este contrato implica una construcción de gran envergadura de instalaciones generadoras y distribuidoras en el territorio de Rusia y las redes distribuidoras en el territorio chino. Las cantidades previstas de energía eléctrica de Rusia al mercado chino serán del orden de 60.000 millones de kWh año.

Constructores de máquinas energéticas rusos trabajan activamente en China. Silovie Mashini (máquinas de fuerza), en cooperación con fábricas chinas, ejecutan contratos de suministro de equipos energéticos para las centrales hidroeléctricas Tsipinpu, Vanmipo y Baishi, así como suministran turbinas y generadores para la central hidroeléctrica Veitsiamao.

Teniendo en cuenta los proyectos arriba mencionados y el desarrollo de la extracción en el zócalo de Sajalín, se prevé aumentar la parte correspondiente a los países del Área Asia-Pacífico en las exportaciones de petróleo desde el actual 3% hasta un 30% en 2020 (el incremento en términos físicos será de hasta 100 millones de toneladas) y las de gas natural, desde el 5% hasta un 25% como mínimo (el incremento será como mínimo de 65.000 millones de metros cúbicos).

Quiero subrayar una vez más que la Dirección Este de la estrategia energética de Rusia es una respuesta a los retos y riesgos globales que Rusia afronta, así como la aplicación práctica de la política de diversificación de mercados y vertientes y la minimización de riesgos en los territorios de tránsito.

Víctor Jristenko. Ministro de Industria y Energía de la Federación Rusa

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