El negocio de la igualdad
Lo que para la mayoría de las empresas supondrá un nuevo coste, será una novedosa fuente de ingresos para unos pocos. Esta nueva oportunidad de negocio consistirá en elabora los planes de igualdad que estarán obligadas a negociar las empresas de más de 250 trabajadores, según la Ley de Igualdad, que entrará en vigor en marzo o abril.
Las grandes empresas deberán sentarse a negociar con los sindicatos con un proyecto de plan sobre la mesa, que podrán elaborar los técnicos de la propia empresa o bien podrá encargarse a una entidad externa que se dedique a ello. Encargar la elaboración de este plan a una consultoría especializada, a un experto o a los servicios profesionales de un sindicato costará entre 12.000 y 18.000 euros, según explicó ayer la secretaria general de Políticas de Igualdad, Soledad Murillo.
De ahí que se abra un nuevo horizonte de negocio, sobre todo, para las consultorías laborales y otros colectivos de expertos en la materia. Si bien, a diferencia de los planes de seguridad laboral, no existen aún empresas especializadas en asuntos de igualdad en el trabajo, similares a las de prevención de riesgos, ya que la implantación de los planes de igualdad no es obligatoria.
Ayudas a las pequeñas
En cualquier caso, las empresas de menos de 250 trabajadores que quieran implantar su propio plan de igualdad, también podrán hacerlo, aunque la ley no les obligue a negociarlo.
Es más, el Gobierno ha incluido en los Presupuestos del Ministerio de Trabajo una partida de 1,2 millones de euros para financiar hasta el 50% del coste de los planes de igualdad y otras medias en empresas de menos de 250 trabajadores que lo soliciten al Instituto de la Mujer. Esta partida presupuestaria es más bien simbólica, ya que en España existen casi 400.000 empresas con menos de 250 trabajadores. Así, si se financiara la mitad de los 12.000 euros que costará como mínimo el plan, con dicha partida sólo se podría ayudar a unas 200 empresas.
No obstante, Soledad Murillo explicó ayer que estas ayudas estarán también destinadas a financiar otros estudios que soliciten las empresas para adoptar cualquier tipo de medida para mejorar la igualdad de trato y de oportunidades dentro de su plantilla.
Murillo puso como ejemplo que una empresa podrá solicitar la financiación de un estudio que analice los motivos por los que son los hombres los que acuden mayoritariamente a los cursos de formación.
Pero, ¿qué deberá incluir esos planes de igualdad cuya elaboración costará entre 12.000 y 18.000 euros?. Según la futura ley, recogerán 'un conjunto ordenado de medidas, adoptadas después de realizar un diagnóstico de la realidad (de la empresa), desde la perspectiva de género y tendentes a alcanzar el objetivo de igualdad entre hombres y mujeres'. El plan deberá fijar objetivos concretos de igualdad 'dentro de plazos de tiempo razonables'; y establecerá un código de buenas prácticas, un sistema de seguimiento y control interno, así como de evaluación externa sobre el cumplimiento de objetivos. Entre las materias sobre las que se podrán fijar medidas están la retributiva, la selección de personal, la clasificación profesional y la promoción, el tiempo de trabajo, la formación o el acoso sexual.
Ayudas para casi tres millones de contratos
El Ministro de Trabajo, Jesús Caldera, presentó ayer los Presupuestos de su departamento para 2007, entre los que destacó las bonificaciones empresariales al empleo estable a las que destinarán 3.039 millones de euros, un 28,1% más que este año. Con ello bonificarán 2,7 millones de contratos estables. Aunque el aumento de estas ayudas es de un 8,5% si se tiene en cuenta que en 2006 Trabajo se gastará 2.800 millones en estas bonificaciones, en lugar de los 2.372 millones previstos, debido a los 400 millones del plan para convertir temporales en fijos. El gasto en prestaciones por desempleo crecerá un 6% hasta 14.215 millones. Desde Trabajo se precisa que esto obedece al aumento de los umbrales de la prestación y al 'mal uso' de las empresas de la protección por desempleo, 'que la utilizan para ahorrarse costes en épocas de baja producción'.