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Coyuntura

Vegara dice que el PIB creció 'al menos un 3,7% el tercer trimestre'

La economía española sigue acelerando. El secretario de Estado de Economía, David Vegara, auguró ayer que el producto interior bruto del tercer trimestre será 'tan bueno o mejor' que el del segundo, cuando la actividad creció un 3,7%. A su juicio, ni siquiera la subida de tipos de interés contendrá la expansión.

Con la información de la que disponemos, creo que en el tercer trimestre la actividad ha crecido tanto, si no más, que en el segundo'. Esta frase, pronunciada ayer por el secretario de Estado de Economía, David Vegara, sitúa el crecimiento del Producto Interior Bruto por encima del umbral del 3,7%, la marca lograda entre abril y junio. El pasado martes, Zapatero ya anunció que la economía 'está creciendo por encima del 3,7%'.

Vegara, que pronunció una conferencia organizada por la Cámara de Comercio Americana en España, destacó que el crecimiento del PIB se ha acelerado o, por lo menos, mantenido, todos y cada uno de los trimestres desde el último de 2003. En otras palabras: la economía española no levanta el pie del acelerador desde hace casi tres años.

Ni siquiera la subida de tipos de interés emprendida hace diez meses por el Banco Central Europeo será obstáculo para el buen ritmo de la actividad. Tras ser preguntado sobre en qué nivel de tipos se pondría en peligro la fase expansiva, Vegara aseguró que, a día de hoy, tal situación no sucedería 'en ninguno de los escenarios previsibles' del precio del dinero.

Inflación y déficit corriente ¢se deben en buena medida a la presión de la demanda interna¢

Vegara reconoció que la economía española tiene algunas debilidades, como la inflación o el déficit de la balanza por cuenta corriente. Sin embargo, afirmó que ambos hechos se derivan, en parte, del 'dinamismo de la demanda interna'. Y negó que España sufra de falta de ahorro, ya que su tasa sobre el PIB, del 22%, supera a las de Alemania (21,4%), Francia (18,1%), Italia (18,7%) y Estados Unidos (15%): 'El déficit corriente no se debe a falta de ahorro, sino al extraordinario dinamismo inversor'.

Con todo, aseguró que el Gobierno sabe que es necesario controlar estas variables, para lo que sirven el 'compromiso de estabilidad presupuestaria y la progresiva liberalización de los mercados'.

También se refirió a la productividad que calificó de 'poco satisfactoria'. Entre las medidas para corregirla, citó el mayor gasto en capital humano y tecnológico en los presupuestos del año que viene. La partida de I+D+i crecerá un 30% y, la de educación (en su vertiente central, no autonómica), un 26%.

El secretario de Estado se refirió a la extraordinaria fase expansiva de la economía mundial y al dinamismo del comercio internacional, además de valorar la 'esperada' recuperación de la zona euro. Respecto a los riesgos que podrían atenuar el crecimiento previsto, mencionó los desequilibrios globales (con una posible corrección drástica del tipo de cambio del dólar), el fracaso de la ronda Doha de liberalización comercial, la volatilidad de los precios de la energía o la posible desaceleración de la actividad en EE UU.

La decisión de Jean-Claude Trichet

Las miradas del mundo económico de la zona euro están puestas hoy en Fráncfort, donde el Consejo de Gobierno del BCE decidirá en torno a las dos de la tarde si prosigue la escalada de los tipos de interés. La mayoría de los analistas apuestan por un alza de un cuarto de punto, que dejaría el precio del dinero en el 3,25%. A favor de ella juega la reciente evolución de la actividad económica de los Doce: la significativa recuperación de la demanda interna ha llevado a la Comisión Europea a elevar cuatro décimas su previsión de crecimiento para 2006, hasta el 2,5%. En contra, la contención de la inflación de septiembre, que puede quedar en el 1,8%.

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