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Columna
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Salarios por debajo del IPC

Los trabajadores han ido perdiendo poder adquisitivo durante los últimos tres años, según el autor, que analiza las distintas estadísticas relativas a los costes laborales, en las que se puede ver una evolución de crecimiento de éstos por debajo de la del IPC

Según la estadística de los convenios colectivos (ECC) registrados hasta el 31 de agosto, el incremento salarial pactado inicialmente en la negociación colectiva asciende al 3,2%, aumento sólo ligeramente superior al de los dos años anteriores (3% en 2004 y 3,1% en 2005). A este incremento habrá que añadir el aumento derivado de la aplicación de las cláusulas de revisión salarial en el caso más que probable de que el aumento del IPC supere al previsto del 2%.

Por otra parte, si se tiene en cuenta el coste salarial (salario bruto) por trabajador estimado por la Encuesta Trimestral de Costes Laborales (ETCL), que excluye a la agricultura y las Administraciones públicas, el aumento interanual correspondiente a la media del primer semestre se sitúa en el 3%, igual al del mismo periodo del año anterior, pero superior al del conjunto de cada uno de los dos años anteriores (2,8% en 2004 y 2,6% en 2005).

La evolución de los costes laborales está contri-buyendo a la rentabilidad de las empresas

El que el aumento del coste salarial en el periodo transcurrido del presente ejercicio supere al de la media de los dos años anteriores podría explicarse por la concentración en el primer semestre de cada año, más concretamente en el primer trimestre, de los pagos atrasados como consecuencia de la aplicación de las cláusulas de revisión salarial, al superar la inflación final a la prevista, y que supuso una elevación de la tasa de crecimiento de los salarios pactados de seis décimas en 2004 y de nueve décimas en 2005, hasta el 3,6% en el primer caso y el 4% en el segundo.

En cualquier caso, el aumento del coste salarial por trabajador es inferior, por tercer año consecutivo, al del IPC, que en agosto situó su tasa de variación interanual en el 3,7% (3,9% si se calcula la media de los ochos primeros meses). Aunque es cierto que el aumento del coste salarial por trabajador estimado por la ETCL está sometido a importantes efectos-composición, que puede influir a la baja en la variación media de la magnitud, al concentrarse el crecimiento del empleo en sectores (construcción y servicios) o colectivos (mujeres, jóvenes y contratos temporales) con salarios inferiores a la media, la importancia de la diferencia negativa entre ese aumento y el del IPC (cuatro décimas en 2004, 1,1 puntos en 2005 y siete décimas en el primer semestre de 2006) parece indicar una pérdida durante los tres últimos años del poder adquisitivo de los trabajadores.

Sin embargo, el coste salarial por trabajador no coincide con el coste laboral por trabajador, pues para calcular éste habría que añadir a aquél otros costes no salariales, como las cotizaciones obligatorias a la Seguridad Social y otros pagos no salariales, entre los que se incluyen los pagos delegados en las empresas por desempleo o incapacidad temporal, las prestaciones sociales complementarias a la Seguridad Social, las dietas y las indemnizaciones por despido y finalización del contrato.

Estos costes no salariales por trabajador avanzan, en tasa interanual, en el primer semestre el 4,7%, muy por encima el aumento de cada uno de los dos años anteriores (3,6% tanto en 2004 como en 2005), debido, principalmente, al incremento de las indemnizaciones por despido y finalización de contrato que, aunque relativamente poco importantes (el 3,6% de los costes no salariales y el 0,9% del coste laboral total), se elevan en el primer semestre por encima del 20% (el 20,4%). Si se suma el coste no salarial al coste salarial por trabajador se obtiene el coste laboral total por trabajador, que en el primer semestre se incrementó el 3,5%, cinco y seis décimas más que el coste laboral en 2004 y 2005, respectivamente.

Si, por otro lado, en vez de utilizar el coste laboral por trabajador que se deriva de la ETCL, se utiliza la remuneración por asalariado, concepto prácticamente equivalente al primero y estimado por la Contabilidad Nacional Trimestral de España (CNTE), el aumento es inferior, el 3%, aunque sigue siendo superior al que también estimó la CNTE para 2005 (2,6%).

Ahora bien, el concepto que realmente es el significativo para el empresario es el coste laboral unitario nominal (CLUN), calculado como el cociente entre la remuneración por asalariado y la productividad aparente por ocupado que, a su vez, equivale al cociente entre el PIB real o en volumen y el empleo equivalente a tiempo completo de la CNTE. Esta magnitud, que representa el coste laboral por unidad de producción, aumentó en el primer semestre el 2,5%, tres décimas más que en 2005. No obstante, como el deflactor del PIB creció en el primer semestre el 4,1%, el coste laboral unitario real (CLUR) disminuyó el 1,5%, lo que significa que, como en años anteriores, la evolución de los costes laborales está contribuyendo positivamente a la rentabilidad de las empresas.

Profesor asociado de Mercado de Trabajo en España de la Universidad Carlos III

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