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Deslocalización

Vizcaya blindará su fiscalidad para evitar la fuga de empresas

El efecto deslocalización encontrará dificultades en Vizcaya. El diputado general de este territorio anunció ayer en el pleno de las Juntas Generales, que hace las mismas funciones que el parlamento provincial, una estrategia fiscal por la cual las empresas con beneficios que decidan abandonar sus plantas en Vizcaya deberán devolver las ayudas concedidas.

La historia reciente en Vizcaya de empresas acogidas a ayudas fiscales y subvenciones forales y que posteriormente han decidido abandonar este territorio ha marcado el campo tributario a la Hacienda de Vizcaya. La institución foral tiene previsto arbitrar una serie de medidas en las que se incluirán la devolución de los subsidios y el control de la venta de activos, fundamentalmente inmobiliarios, que se traduzcan en importantes plusvalías.

Esta medida fiscal ha estado motivada, en gran parte, por el anuncio de la multinacional Reckitt Benckiser, hace tres semanas, de cerrar su planta en Gúeñes (Vizcaya), una factoría que generaba beneficios. Esta firma, además, vendió parte de unos terrenos adyacentes a la planta lo que le permitió conseguir importantes plusvalías.

La Diputación de Vizcaya tiene previsto también aprobar un impuesto de sociedades, siempre inferior al que se aplique en territorio común, y que podría situarse en la banda del 32%, según aseguraron algunos asesores fiscales. Con esta medida se quieren apoyar en un dictamen del Tribunal de Luxemburgo que, en esencia, valida la autonomía fiscal de las diputaciones forales vascas para reducir, aun más, el tipo a las pequeñas y medianas empresas.

Paquete fiscal

¦bull;l La Hacienda de Vizcaya tiene previsto igualmente reducir el impuesto de sociedades, que se situaría por debajo del que se aplicaría en el resto del Estado. Esta medida tributaria afectaría, especialmente, a las pequeñas y medianas empresas.

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