Tranquilos, hasta 2010 no toca otro
Como el papel tiene la dichosa y molesta manía de aguantarlo todo, absolutamente todo, y como quiera que en la Bolsa a lo único que puede atenerse uno es al dinero, las teorías del mercado disfrutan de una movilidad y capacidad de adaptación digna del mercurio. Así, en 2000 no era difícil encontrar justificación sesuda, impecable en su planteamiento técnico y meditada sobre los precios de Terra, y hoy habrá explicación para cualquier cosa que necesite ser explicada.
Por eso el bolsista suele desarrollar una suerte de inmunidad ante las piedras filosofales que a menudo escucha. Pero ello no es óbice para que una, particularmente, atraiga la atención, la de los ciclos de Benner. Tanto por lo pintoresco de su origen, pues Benner era un industrial mutado en agricultor que observó que el precio de los productos del campo tocaba máximo a intervalos de ocho, nueve y 10 años. Aplicando este patrón al mercado de EE UU desde 1902, sólo ha fallado en dos de los 12 picos marcados, en 1964 -por unos meses- y 1991. Según esta tesis, el próximo pico de la Bolsa será en 2010.
También había teoría para los mínimos, que se repetirían a intervalos de 16, 18 y 20 años. Serían los de 1933, 1949, 1967, 1987, 2003 y 2019. Así, le quedan tiempos de tranquilidad a los inversores, que pueden tumbarse a la bartola durante los próximos cuatro años. Ahora bien, llegado ese momento tendrán que esperar nueve primaveras para comprar de nuevo.
Ahora se vive una vorágine que, en algunos casos, recuerda a la de 2000. Este periódico habla hoy en última página de trajes de 15.000 euros. El rosario de opas en el sector eléctrico también suena a exuberancia, y un Ibex subiendo el 2,64% se sale de la norma. Probablemente el mercado afronte una corrección o una fase bajista. Pero muy mal tendría que darse para que el fatalismo de 2002 se vuelva a poner de moda.