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Tribuna
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Eficacia y solidaridad

Ayer llegaron al Congreso los terceros Presupuestos elaborados por un Gobierno socialista para debatir en qué gasta el Estado el dinero de todos los ciudadanos y para que estos, a través de sus representantes, lo evalúen. Si valoramos en perspectiva la evolución de la economía española desde que gobernamos, podemos afirmar que la gestión es eficaz y el resultado más que notable. La contundencia de los datos así lo avala y todos los organismos nacionales e internacionales lo reconocen. El PIB continúa pisando el acelerador en el segundo trimestre de 2006 con un crecimiento del 3,7% anual, el trimestral más elevado desde 2001.

Pero no sólo crecemos más, sino que también crecemos mejor, ya que la composición tiende hacia un patrón más equilibrado, gracias a la recuperación de las exportaciones, al crecimiento más sostenido del consumo privado y a la intensa inversión en bienes de equipo, que lleva ya siete trimestres consecutivos creciendo por encima del 8%, lo que refleja la confianza empresarial en la evolución futura de la economía. Y todo, con un mercado de trabajo capaz de crear más de 800.000 empleos en un año y que, desde que entró en vigor el acuerdo para la reforma laboral, está convirtiendo cada día 5.000 empleos temporales en indefinidos. Un crecimiento más sólido y que está teniendo un efecto positivo sobre la productividad y la convergencia en renta per cápita con la UE.

Por tanto, los Presupuestos para 2007 se enmarcan en un contexto económico muy favorable a pesar del alza de los tipos de interés y del alto precio del petróleo. Pero aún queda mucho por hacer hasta conseguir el modelo de crecimiento sostenido y sostenible que los socialistas defendemos, ahora y cuando estábamos en la oposición.

Si analizamos las cifras, puede apreciarse el contraste de nuestra política económica con la del PP, que propugnaba el déficit cero año a año independientemente de la situación económica del país. Déficit cero que nunca consiguieron. Este Gobierno reduce la deuda pública y ahorra para las necesidades futuras. Genera superávit cuando la situación es favorable y lo ha conseguido todos sus ejercicios presupuestarios.

Sin duda, nuestro rigor en las cuentas públicas es un buen indicador de la eficacia en la gestión económica. Pero una política eficaz requiere también diseñar y ejecutar correctamente la política económica y social que necesita el país, reconociendo los puntos débiles de nuestra economía para fortalecerla y priorizando el gasto social en la resolución de los problemas que más preocupan a los ciudadanos, sin olvidar a los más necesitados.

Por eso impulsamos el gasto productivo en aquellas partidas que contribuyen a mejorar la productividad, nuestro punto débil, aumentando las inversiones en capital humano, físico y tecnológico. Elaboramos unos Presupuestos solidarios porque el gasto social supera el 50% del total y crece por encima de la media. Y todo ello, reforzando el papel del Estado, aumentando los recursos para seguridad, justicia, cooperación exterior y defensa. Así, mientras unos hablan de Estado, nosotros hacemos Estado.

Seguimos impulsando decididamente la inversión en I+D+i civil, inversión en capital tecnológico, que aumenta el 33% y nos permite cumplir, en el tercer año, nuestro compromiso electoral de duplicar en una legislatura los recursos que dedicaba el PP a estas políticas. La educación, inversión en capital humano, adquiere prioridad absoluta, incrementando los recursos un 26%, en contraste con el 3% de aumento del último Presupuesto del anterior Gobierno del PP. Asimismo, seguimos ejecutando el Plan Estratégico de Infraestructuras y Transportes (PEIT), que recoge la inversión necesaria en capital físico para cohesionar territorialmente nuestro país. Debe tenerse en cuenta que la ejecución de estas inversiones dura varios años y que cuando finaliza un proyecto en un territorio no se puede mantener el mismo nivel de gasto en ejercicios siguientes. Por eso, lo que importan son los proyectos y lo que sobra es la demagogia.

Son unos Presupuestos solidarios. Reforzamos las pensiones más bajas para extender los beneficios del crecimiento a los más necesitados, de modo que los complementos para las mínimas aumentarán un 20%. A la dependencia destinaremos el doble de recursos que el año anterior y a la vivienda un 14% más, destinando el doble que cuando llegamos al Gobierno para atender uno de los problemas que más preocupan a los ciudadanos, sin olvidar nuestro compromiso con la cooperación, pilar fundamental de la ayuda al desarrollo y la inmigración, cuya dotación aumenta un 15% con respecto al año anterior.

En definitiva, estamos demostrando que es posible una política económica que impulse el crecimiento de la economía y haga más política social, porque ambas son compatibles y se refuerzan para hacer de España un país más próspero y justo.

Secretaria Federal de Política Económica y Empleo del PSOE

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