La fusión de las cajas sevillanas se producirá sin recorte de empleo
La caja resultante de la fusión de El Monte y Caja San Fernando saldrá adelante al cuarto intento y sin recorte de empleo. Tres décadas después del primer proyecto, esta operación abre la puerta a otras uniones entre las cajas andaluzas. La fusión se aprobará por unanimidad el viernes y estará operativa el próximo verano. El presidente de El Monte, Antonio Pulido, liderará la caja en el periodo transitorio.
La nueva caja de Sevilla y Huelva nacerá finalmente esta misma semana sin coste de empleos y se convertirá en el germen de la futura gran caja andaluza. La polémica operación, que lleva gestándose más de tres décadas, cerró ayer un pacto laboral insólito en las fusiones bancarias al garantizar la homologación salarial de ambas plantillas y el mantenimiento de los más de 5.000 empleos fijos que suman ambas entidades. Tras la reunión de la mesa laboral que selló el pacto, la comisión que estudia la fusión debatió por la tarde los últimos flecos que quedaban pendientes, como los estatutos, el reglamento de la futura caja y el régimen del periodo transitorio de dos años.
También se aprobó el organigrama directivo inicial, donde el actual presidente de El Monte, Antonio Pulido, será el máximo responsable hasta 2009.
Culminado el proyecto y tras un año de contactos, ambas cajas aprobarán la operación el próximo viernes en consejo de administración y antes de final de año en asamblea general. Se espera que las autorizaciones de la Junta de Andalucía y del Banco de España estén listas en unos seis meses, por lo que la entidad, la octava de España y la primera de Andalucía junto a Unicaja, empezaría a operar en el verano de 2007.
La marca todavía no está decidida, pero se barajan Cajaluz o Gran Caja
El pacto laboral, firmado por los presidentes de El Monte y San Fernando y los representantes de CC OO, UGT y CGT, extiende las garantías de futuro a todos los empleados, incluidos los 1.000 de las empresas participadas.
Fuentes sindicales destacan este logro, al que se resistieron las direcciones de las entidades durante el proceso de negociación. En salario, los trabajadores de la nueva caja superan en un 30% el convenio del sector, mientras que se reduce el porcentaje de empleo eventual, que pasa del 7% actual al 4%. Culmina así el proceso de homologación laboral iniciado en 2001, en el anterior proceso de fusión. La entidad resultante apenas encontrará duplicidades en su red de sucursales (sólo en 35 de los casos).
Tras los fracasos de Alcaja y Guadalcaja, en 2001 y 2003, los responsables de las cajas sevillanas intentan ahora preservar en secreto el nombre de la futura entidad para el último momento. Las comisiones de la fusión han barajado varias marcas comerciales, incluyendo la que los sindicatos consideran que tiene más fuerza y apoyo: Cajaluz. Sin embargo, fuentes políticas descartaron ayer esta opción e insistieron en que el nombre definitivo aún no se ha aprobado.
En cualquier caso, añaden que se busca una marca de futuro que pueda mantenerse cuando esté lista la gran caja andaluza resultante de la unión de otras entidades andaluzas. Gran Caja, por ejemplo, es otra de las alternativas estudiadas, según apuntan estas fuentes. æpermil;ste será uno de los asuntos que previsiblemente se llevará a los consejos del viernes.
Pugna para conformar la cúpula
Antonio Pulido será el presidente de la nueva caja de Sevilla y Huelva hasta 2009, durante el periodo transitorio. La vicepresidencia recaerá sobre el actual presidente de San Fernando, Luis Navarrete. Para compensar, la dirección general será ocupada por el actual número dos de San Fernando, José María Ramírez, mientras que la dirección general gerente estará en manos de María Luisa Lombardero, directora general de El Monte. Tanto Pulido como Navarrete destacaron ayer el equilibrio que se ha buscado en la cúpula directiva, pero fuentes financieras admiten que San Fernando ha debido dar la batalla para que esto se así y se respete la naturaleza paritaria de la fusión. El aviso lo dio ayer UGT-A, que advirtió que no admitirá que por una 'falta de homogeneidad' en la composición del equipo directivo 'lo que es una fusión se termine, al final, pareciendo más a una absorción por parte de alguna de las entidades'.