Italia presiona a Abertis al confirmar que revisará los contratos de Autostrade
El Gobierno italiano vuelve a la carga contra la fusión entre el grupo español de autopistas Abertis y Autostrade. Ayer confirmó en el Senado que revisará las concesiones del grupo controlado por los Benetton, al que acusa de no cumplir con las inversiones comprometidas.
El ministro de Infraestructuras, Antonio Di Pietro, principal impulsor del rechazo a la fusión en el gabinete de Romano Prodi, intentó ayer meter presión de nuevo a la unión de Abertis con Autostrade. Y lo hizo cumpliendo la amenaza que ya lanzó meses atrás al confirmar en la comisión de infraestructuras del Senado que revisará las concesiones del grupo italiano.
Aunque declaró que la medida afectará también a otras 22 concesionarias del país y quiso desligar la iniciativa de la polémica fusión, a renglón seguido arremetió contra la falta de inversiones de Autostrade. De hecho, en las conversaciones que han mantenido desde hace tres meses con Autostrade y Abertis, uno de las principales exigencias ha sido la garantía de que se acometerá el plan de inversiones pendiente.
Ayer en la Cámara Alta, Di Pietro puso de manifiesto que la compañía controlada por la familia Benetton ha invertido menos de la mitad de lo previsto, 2.200 millones sobre un total de 4.700 millones y ello a pesar del aumento de las tarifas, de los ingresos netos y del tráfico, según recogió ayer Il Sole 24 Ore.
Destacó, además, que en el periodo 2003-2008, la concesionaria, que controla el 70% de la red italiana, tendrá un 'beneficio extraordinario de 500 millones'. E insistió en que no se ha cumplido la parte del contrato referida a las inversiones. Lo mismo sospecha de otras 17 concesionarias.
El ex fiscal del famoso caso Manos Limpias ya anunció hace meses que revisaría el marco general de los contratos del Estado con las concesionarias. Frente a la opinión contraria de otros ministros, como Emma Bonino (Política Europea) o Pierluigi Bersani (Desarrollo Económico), el ex magistrado dirige el bando del bloqueo a la fusión que crearía el mayor grupo mundial de autopistas.
Decreto no aplicable
Tras meses de declaraciones de rechazo por parte del Gobierno, después de que los principales accionistas -los Benetton, por un lado, y ACS y La Caixa por Abertis- aprobaran en abril el proyecto de fusión, el no oficial llegó el pasado 4 de agosto por sorpresa. Se plasmó en un informe preceptivo para la agencia estatal de carreteras (Anas) que firmó Di Pietro con el apoyo del ministro de Economía, Tomasso Padoa Schioppa.
Ahora, este intento de bloqueo puede frustrarse esta misma semana ya que el viernes es el último día para que la comisaria de Competencia de la UE, Neelie Kroes, se pronuncie sobre la operación. Todo apunta a que el dictamen puede adelantarse a hoy o mañana y que dará luz verde a la fusión por absorción de Autostrade por Abertis dado que no hay duplicidades a priori en el negocio. Fuentes del grupo de infraestructuras que controlan ACS y La Caixa se declaran confiadas en este veredicto.
Quizá en previsión de este escenario, el ministro de Infraestructuras se mostró ayer más dócil sobre la postura que adopte Bruselas y declaró incluso que sería 'positivo' que la Comisión Europea declare no aplicable y caduco el decreto que Italia esgrime como excusa oficial para su negativa. Según Di Pietro, sigue en vigor la norma de 1997 que prohíbe a una constructora ser accionista de una concesionaria. Así, rechaza la presencia de ACS, que será el segundo accionista y el primer del núcleo español, con el 12,5%. Ahora, el ex fiscal considera que borrar la aplicación de este decreto sería positivo para el marco de renovación de concesiones en las autopistas.
No es seguro que la UE se pronuncie sobre esta cuestión de conflicto de interés que alega Italia. Lo que sí es cierto es el malestar de Bruselas por la interferencia del Gobierno italiano en una operación a priori de competencia comunitaria. A esto se ha unido en los últimos días el caso de Telecom Italia, que quiere segregar su negocio de telefonía móvil y fija en dos empresas y con ello abre la puerta a la entrada de otra empresa extranjera en el país. La polémica se ha cobrado ya dos dimisiones en el Gobierno italiano.
Otro frente abierto en la fusión
La UE tiene dos frentes abiertos por el no de Italia a la fusión Abertis-Autostrade. Por un lado, está el dictamen de la Comisaría de Competencia, Neelie Kroes, en el que determinará la competencia comunitaria de la operación y el probable visto bueno.El comisario de Mercado Interior, Charlie McCreevy, también tiene algo que decir. Investiga ya la base del bloqueo que el ministro de Infraestructuras italiano, Antonio Di Pietro argumentó: la titularidad de las concesiones italianas pasa a otra empresa con la fusión. Fuentes cercanas a Abertis confirmaron ayer que aún está pendiente este informe.El ex juez rechazó ayer las críticas de la UE a su veto. Alegó que se sabe que las concesiones no pueden ser transferidas sin la aprobación del Gobierno según la ley italiana y que es erróneo oponerse a esta normativa ahora. 'Para nosotros el asunto está decidido, a menos que haya una nueva propuesta de autorización para la transferencia de concesiones o si entretanto se interpone una nueva legislación', dijo.