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Comercio

La agencia estatal de captación de inversiones se estrena en China

Con cerca de 30 años de retraso frente a sus homólogas de las Islas Británicas, la agencia española de captación de inversiones inició la semana pasada su andadura con una serie de eventos realizados en China. Interés, la marca con la que se conoce a la Sociedad Estatal para la Promoción y Atracción de las Inversiones Exteriores, se constituyó formalmente en octubre pasado, aunque su actividad hasta este verano se ha centrado en la elaboración de un plan estratégico.

Si es llamativo el retraso respecto al Reino Unido, tal vez lo sea aún más comprobar que países como Polonia o la República Checa crearon sus agencias respectivas hace más de diez años, recién salidos del modelo comunista. Precisamente, las nuevas democracias del Este de Europa son uno de los destinos en auge para la inversión internacional, y explican en parte el retroceso español.

La inversión extranjera directa neta que recibe nuestro país ha pasado de rondar los 30.000 millones de euros en 2002 a apenas 9.000 el año pasado. Una caída notable, incluso dentro de la atonía general de los flujos mundiales a partir de 2001. Para cortar la sangría, el Ministerio de Industria ha constituido Interés, con un capital de tres millones de euros desembolsado por su único accionista, el Icex (Instituto Español de Comercio Exterior).

Su misión declarada es 'promover, atraer y mantener la inversión extranjera', constituyéndose como 'punto de encuentro de todas las instituciones de ámbito estatal, autonómico y local'. Para ello, prestará servicios de valor añadido a los inversores ya establecidos, fomentará el clima de negocios favorable y promocionará la imagen de España como destino de la IED (inversión extranjera directa). Su máximo responsable es Pedro Mejía, secretario de Estado de Comercio y Turismo y presidente también del Icex.

Limitar la desinversión

Uno de los ejes de actuación de la agencia Interés será el seguimiento de las inversiones extranjeras ya existentes. Una política que, como reconoce Begoña Cristeto, su consejera delegada, no impedirá desinversiones como la decidida por la fabricante de electrodomésticos Braun. 'Eso sí: esperamos que sirva para que no tengamos que enterarnos por la prensa. Se trata de estar al tanto de los problemas existentes para apoyar en lo posible, aunque es evidente que, en ciertos casos de grandes diferencias de coste de producción, la deslocalización es inevitable'.

En cualquier caso, Antonio Hernández, responsable estratégico de la agencia, recuerda que no todas las desinversiones que se contabilizan suponen un quebranto para la economía nacional: 'Cerca del 60% de las desinversiones son consecuencia de la compra de plantas por parte de empresas españolas'.

La agencia elaborará informes anuales sobre las principales trabas que dificultan la inversión extranjera en nuestro país. Entre las ya identificadas, sus responsables señalan los plazos de obtención de visados por parte de ejecutivos extranjeros, que pueden rondar un año. De momento, una comisión formada por miembros de los ministerios de Trabajo, Interior y Exteriores está ultimando un borrador para acortarlos.

14 comunidades autónomas participan en las jornadas

La agencia pública de captación de inversiones inició su andadura real la semana pasada a China, un país cuya presencia inversora en España es casi inexistente. Presentó un pabellón en la feria de inversión y comercio china (Cifit), en Xiamen, junto a delegaciones de 14 comunidades autónomas. Además, Interés participó en un seminario celebrado en Shanghai con el poco sorprendente título de 'España, un país lugar para invertir'. Hasta ahora, las principales empresas chinas con presencia en nuestro país son CNADC (dedicada a recursos de pesca y agricultura, con una sede en Canarias), Huawei (equipamientos de telecomunicaciones, con oficina en Madrid y estrecha relación con Telefónica) y Hutchinson Whampoa (operador portuario, que invertirá 500 millones de euros en el puerto de carga de Barcelona).

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