El Gobierno italiano cuestiona la remodelación de Telecom Italia
La reorganización anunciada en la tarde del lunes por el ex monopolio italiano de las telecomunicaciones, Telecom Italia, ha sentado como un jarro de agua fría en el Gobierno del país. El primer ministro, Romano Prodi, fue claro y contundente, tanto con la forma como con el fondo de la remodelación. Por un lado, el mandatorio considera que la segregación del negocio de telefonía móvil y la posibilidad de la venta puede suponer una amenaza a los intereses nacionales, ya que Telecom Italia es el único operador con capital italiano que queda. Y, aunque aseguró que todavía tiene que revisar los planes con cuidado, Prodi no descartó la posibilidad de un bloqueo al proyecto de Telecom Italia. En cuanto a las formas, el primer ministro se declaró no sólo 'desconcertado', sino también 'sorprendido', entre otras cosas porque el presidente de la operadora, Marco Tronchetti, no le había comunicado este movimiento en una reunión celebrada la semana pasada.
'Gobierno tiene derecho a saber' cuando se trata de una reestructuración 'tan importante, radical y diferente de la estrategia que propuso hace dos años', dijo Prodi.
También habló el viceministro de Economía, Mario Lettieri, quien señaló que no comparte la operación 'por muchos motivos, y sobre todo desde el punto de vista de los intereses del país'. A su preocupación se unieron los principales sindicatos italianos.
La Bolsa tampoco las tuvo todas consigo. Las acciones de la operadora cerraron con un alza del 1,42%, pero no sin antes pasar por terreno negativo durante buena parte de la jornada.