Reckitt Benckiser cierra su planta de Vizcaya y despide a 190 trabajadores
La multinacional británica Reckitt Benckiser anunció ayer el cierre de una de sus dos plantas en España, la de Güeñes (Vizcaya), que tiene 190 empleos. El grupo trasladará su producción a Inglaterra, Portugal y Polonia por costes logísticos.
Reckitt Benckiser no ofreció ayer muchos datos de una decisión que calificó de 'irrevocable'. En esta línea, anunció que se reunirá en breve con los miembros del comité de empresa del centro vasco para negociar las condiciones de despido de los 190 trabajadores, para que sean 'las menos traumáticas y viables para los afectados'.
La multinacional británica es el principal fabricante del planeta de artículos de limpieza del hogar y de higiene personal. Sus productos son conocidos por los consumidores de 170 países. Su gama incluye, por ejemplo, los detergentes Colón y Calgonit, y el suavizante Woolite. En Vizcaya elabora la línea Nenuco para la higiene infantil.
En España emplea a 800 personas y sus actividades dan trabajo a 5.000 profesionales del sector. La mayor parte de sus asalariados, en concreto 610, están en Cataluña. La planta de Granollers concentra la mayor parte de esa plantilla, así como el centro logístico de la localidad Llica Valls.
Los costes logísticos han sido el argumento de Reckitt Benckiser para cerrar Güeñes, ya que el grupo asegura que le resulta más económico fabricar en los propios mercados de destino de los productos. Así, la producción de Vizcaya irá a parar a las instalaciones de Inglaterra, Portugal y Polonia.
El grupo sí parece que apuesta por su estructura empresarial en Cataluña, ya que en junio de este año anunció una inversión de 3,6 millones en las instalaciones de Granollers, además de reforzar en esa comunidad el área logística que ha sido la condena de Güeñes. Años antes, la multinacional ya había decidido trasladar su sede social en España del País Vasco a Cataluña.
La decisión cogió por sorpresa a los trabajadores de Güeñes. Los miembros del comité de empresa fueron convocados de urgencia para darles la noticia del cierre, que en el caso de esta deslocalización no fue por costes laborales. En las doce líneas del comunicado por el cierre 'irreversible', dice que no hay otra salida por su actividad operativa en Europa.
La multinacional tiene organizada su actividad en Europa en diez regiones. La sentencia sobre Güeñes parece que se ha tomado al comparar los niveles de costes logísticos de todos sus centros en el viejo continente. Reckitt Benckiser afirmó ayer que estudió 'con detalle' esos ratios. 'Las conclusiones' de ese informe, según el grupo anglosajón, aconsejaron la clausura de la planta vasca para 'garantizar las condiciones adecuadas de competitividad de la empresa a nivel global'.
Más de medio siglo de trabajar para el inglés
'Trabajar para el inglés' es una frase muy extendida entre los trabajadores de la industria en Vizcaya, donde la antigua Reckitt & Colman ha atesorado una historia fabril de más de medio siglo. Fue de los primeros grupos de capital extranjero en implantarse en el territorio histórico, en concreto con una planta en el barrio bilbaíno de Deusto. Su actividad química, y la revalorización de los terrenos donde se asentaba, aconsejaron su traslado a Güeñes, en una zona rural donde el cierre de la planta se notará en los niveles de empleo de la localidad. Las cosas comenzaron a cambiar en 1999, con la fusión con Benckiser, también inglesa. La nueva Reckitt Benckiser, que dirigía desde Güeñes las operaciones en Europa fuera de las islas, trasladó la sede operativa a Cataluña. Antes se había beneficiado del sistema fiscal vasco.