Los plásticos, solución energética en la UE
Las estadísticas sobre la dependencia energética de Europa nos son muy familiares, aunque no por ello podemos obviarlas. Una de las más recientes señala que en 2030 Europa importará el 70% del suministro energético necesario para su nivel de desarrollo. Nos queda por delante superar los retos para asegurar ese suministro. Por ello, mientras la demanda global de energía crece y los precios del petróleo suben, la UE ha dado un paso adelante y se marca el objetivo de reducir la demanda energética en un 20% antes de 2020.
Los materiales plásticos pueden contribuir a resolver el dilema energético europeo y al objetivo de ahorro propuesto por la UE. En concreto, la solución puede radicar en hacer posible una mayor eficiencia en el consumo. Numerosas aplicaciones de los materiales plásticos, desde el aislamiento en la construcción a las paletas para el empaquetado, pasando por los parachoques y puertas para los coches, ayudan al ahorro de combustible y energía. A su vez, el uso de los materiales plásticos reduce las emisiones de gases con efecto invernadero. Mejorar la eficiencia de los combustibles fósiles y reducir los efectos climáticos negativos son fundamentales para asegurar el desarrollo sostenible en Europa. Junto con otros materiales, los plásticos tienen un importante papel para conseguir el objetivo de separar los conceptos de crecimiento económico del de consecuencias medioambientales negativas.
Para demostrar el valor de este material a las autoridades y grupos políticos de la UE, la Asociación Europea de Productores de Plásticos encargó un estudio a la Corporación para el Análisis Extensivo (CAE) de Viena, una consultora independiente de reconocido prestigio. El documento (Contribución del plástico a la eficiencia de los recursos, disponible en www.plasticseurope.org) examinó el equilibrio energético y los efectos del cambio climático asociados a la producción, uso y procesos de eliminación al final de la vida de los plásticos, así como las alternativas que pudieran cumplir con las mismas funciones. El análisis comparativo se basó en 174 ejemplos de productos representativos en sus principales aplicaciones como el embalaje, componentes de automoción, equipamientos eléctricos, materiales de construcción y aparatos médicos.
Los resultados fueron concluyentes. Los expertos calcularon que sustituir los plásticos donde fuera posible requeriría un 26% más de energía a lo largo de todo su ciclo de vida. Esta diferencia equivale a 22,4 millones de toneladas de crudo en Europa Occidental, además de restar importantes beneficios medioambientales propios del empleo de materiales plásticos. Los resultados muestran que su uso supone una reducción de 97 millones de toneladas en las emisiones de gases de efecto invernadero.
El sector de envases y embalajes plásticos es el que ofrece mejores resultados en eficiencia energética, pero muchas otras áreas también arrojan beneficios. Es importante destacar que la eficiencia energética puede generarse en cualquier fase del ciclo vital del material, desde la producción al uso y en los procesos de reciclaje, cuando los plásticos pueden recuperarse, bien como material o como fuente de energía.
Las ventajas de los plásticos también son apreciadas por los productores de energías renovables. Por ejemplo, las generaciones futuras de células solares serán de plástico y consistirán en una lámina delgada y ligera que se podrá usar con flexibilidad y acoplar a otros materiales. Gracias a los plásticos, las células solares del futuro serán menos caras, permitirán que se extienda la disponibilidad de la energía verde y serán más fáciles de instalar. Los plásticos también aportan características como dureza, resistencia y ligereza, necesarias para otros componentes de sistemas fotovoltaicos (paneles, marcos modulares, baterías y controladores).
Los plásticos son claramente materiales que pueden ayudar a la convergencia entre las políticas energéticas y medioambientales, y una mejor apreciación de éstos beneficiaría a ambas áreas de la política de la UE.
Las conclusiones del estudio de la CAE y de otros relacionados son muy importantes para determinar las políticas comunitarias. Las instituciones europeas rara vez destinan fondos a este tipo de estudios, por eso los resultados que pueda ofrecer la industria son muy valiosos. El informe subraya la significativa contribución de los materiales plásticos para resolver los problemas energéticos de la UE de manera sostenible.