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A fondo

España logra tumbar la OCM del algodón

España se apunta el tanto de ser el primer país que ha logrado tumbar una reforma agrícola de Bruselas. La polémica OCM del algodón, aprobada en la primavera de 2004 entre fuertes protestas, quedó anulada ayer tras una resolución sin precedentes del Tribunal de Justicia de la Unión Europea (TUE), que estima el recurso del Gobierno español y abre la puerta a posibles compensaciones para el eufórico sector algodonero. El tribunal invalida el sistema de ayudas y obliga a un nuevo modelo por considerar que fue aprobado sin tener en cuenta su impacto sobre los salarios de los agricultores o sobre la situación económica de las empresas desmotadoras, aunque por motivos de seguridad jurídica los efectos de esta anulación se suspenden hasta que se adopte un nuevo régimen. Según concluye la sentencia, 'se ha vulnerado el principio de proporcionalidad'.

El TUE ampara así el argumento español de que la actual OCM producirá efectos opuestos a sus objetivos explícitos de sostener la producción de algodón y evitar su sustitución por otros cultivos en las regiones donde sea importante para su economía agrícola. En su recurso, las autoridades españolas alegan que la reforma animará a lo contrario, con consecuencias enormemente negativas para las regiones agrícolas dependientes del algodón. Es el caso de Andalucía, que concentra el 95% del sector español, integrado por 10.000 agricultores, 139 pueblos y 25 empresas desmotadoras con sus 2.000 empleados. La siembra de este cultivo mueve al año 1,1 millones de jornales en el campo.

La reforma de 2004, que ya se ha aplicado en esta campaña con una merma de producción del 65% tras reducirse un tercio la superficie sembrada de algodón, desvinculaba de la producción el 65% de las subvenciones. La ayuda directa por siembra se limita al 35% y en el caso de España asciende a 1.039 euros por hectárea y beneficia sólo a 70.000 hectáreas frente a las 87.500 sembradas de media en otros años. Este recorte, que para las desmotadoras se ha traducido en pérdidas cercanas a los 50 millones de euros, explica la brusca reconversión del sector en un sólo ejercicio, aunque tanto los algodoneros como la industria, animados por las Administraciones españolas, se preparan ya para reclamar indemnizaciones a Bruselas.

El Ministerio de Agricultura, la Junta de Andalucía y el sector en bloque celebraron ayer la sentencia como una gran victoria. Los esfuerzos de España se centrarán ahora, según la ministra Elena Espinosa, en trabajar en favor de un nuevo régimen para el algodón que garantice la viabilidad de este cultivo. El consejero andaluz de Agricultura, Isaías Pérez Saldaña, por su parte, ha convocado hoy al sector para elaborar una propuesta conjunta de reforma y pactar entre todos la reclamación de daños.

Menos feliz se mostraba el padre de la cuestionada reforma, el comisario europeo de Agricultura Franz Fischler, que consideró ayer en Sevilla que 'es una ilusión que algunos crean que se podrá volver al sistema anterior' de ayudas al algodón. A su juicio, 'existen una serie de implicaciones políticas' que afectan a la UE y también a EE UU y que van en la dirección de recortar este cultivo. 'No veo, dijo, que pueda existir una mayoría cualificada de países europeos que aprueben una vuelta al sistema anterior'.

No opinan lo mismo las organizaciones agrarias COAG, Asaja, UPA y las cooperativas, que con la histórica resolución del tribunal europeo creen demostrada 'la legitimidad de las denuncias y movilizaciones que ha venido realizando el sector contra una reforma injusta y con la que se sentenciaba la desaparición del cultivo del algodón.'

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