Bruselas quiere limitar la venta de alcohol y colonia en aeropuertos
Las autoridades europeas de seguridad aérea se reúnen hoy en Bruselas para estudiar la prohibición definitiva del transporte de sustancias líquidas en el equipaje de mano de los pasajeros. La Comisión Europea se resiste a una medida tan drástica y prefiere, de momento, limitar el número de productos (colonias, bebidas alcohólicas, etc.) que los viajeros podrán comprar antes del embarque en las tiendas del aeropuerto.
Los presuntos atentados contra vuelos transatlánticos neutralizados en agosto en Londres van a tener importantes consecuencias para las líneas aéreas europeas y sus vuelos dentro del Viejo Continente. La Comisión Europea y los expertos de los 25 socios de la UE en seguridad aérea se reúnen hoy y mañana en Bruselas para estudiar el endurecimiento del control de los equipajes de mano en los aeropuertos de toda Europa.
La Comisión llega a la cita convencida de que aún no existen pruebas científicas que avalen una prohibición definitiva del transporte de líquidos en el equipaje de mano. Pero la imposibilidad de detectar ese tipo de sustancias potencialmente peligrosas mediante los equipos de rayos X de los aeropuertos anima a los partidarios de exigir que sólo se puedan transportar en el equipaje facturado. Entre las posturas maximalistas se identifica, extraoficialmente, al Gobierno de Tony Blair.
Pero Bruselas teme las consecuencias económicas de una medida tan drástica, así como la incomodidad que puede causar en los pasajeros, sobre todo, en aquellos desplazamientos de corta duración o de negocios en los que sólo se viaja con equipaje de mano.
'La prohibición total tendría un impacto económico masivo en los aeropuertos', alerta un alto funcionario comunitario. 'La Comisión está decidida a no tomar medidas de obligado cumplimiento sin contar con un análisis sólido previo'.
Fuentes del departamento de Transporte que dirige el comisario Jacques Barrot recuerdan que las tiendas de la zona de embarque proporcionan un tercio de la facturación de los aeropuertos. Gran parte de las ventas de esos establecimientos corresponde a las secciones de perfumes y de alcoholes.
La Comisión, que reconoce haber mantenido un estrecho contacto en los últimos días con la patronal aeroportuaria, no parece dispuesta a suprimir de repente esa fuente de ingresos. Algunas fuentes oficiales apuntan como posibilidad intermedia la de introducir un límite en el número de productos líquidos que podrán comprar los pasajeros antes de subir a bordo.
Nuevas máquinas
Bruselas cree que antes de adoptar ninguna medida debe clarificarse qué tipos de líquidos plantean riesgos y, sobre todo, la cantidad necesaria de cada uno de ellos para crear un artefacto explosivo. La CE también confía en que la próxima generación de aparatos de rayos X permitirá aumentar la seguridad sin necesidad de prohibiciones draconianas.
El ordenador portátil, sin funda para el control
'Ninguna mezcla de líquidos se puede explotar sin detonador', indica un experto en seguridad aérea de la Comisión Europea. La sospecha de que grupos terroristas pueden estar maquinando atentados a partir de sustancias líquidas coloca en el punto de mira, por tanto, a los aparatos electrónicos que pueden servir para desencadenar la fatídica explosión.Como primera medida, la Comisión Europea y las autoridades de los 25 estudian imponer que los ordenadores portátiles deban pasar siempre el control de rayos X fuera de su funda habitual. Se trata de una práctica frecuente en algunos aeropuertos, pero que ahora deberá generalizarse si la Unión Europea aprueba la medida, lo cual parece muy probable.'Las carteras de los portátiles menoscaban la efectividad de los aparatos de detección', justifican la decisión en Bruselas.La CE mantiene como prioridad que la adopción de este tipo de medidas se haga de manera armonizada para evitar la fragmentación del tráfico aéreo. 'Debemos preservar nuestro sistema de control único, que permite al pasajero someterse al escrutinio una sola vez en su aeropuerto de origen'.
630 millones en juego
¦bull; Aldeasa, el grupo que lidera las ventas aeroportuarias en España, superó en 2004 los 630 millones de euros de facturación. La compañía soporta, de momento, la restricción del transporte de líquidos en el equipaje de mano en los vuelos con destino a EE UU. Ese tipo de ventas apenas supone el 1% de sus ingresos. Pero una prohibición total podría erosionar gravemente sus resultados.