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Dura tarea

El mercado lidia con la letra pequeña de las metas de Alierta

Esta vez Telefónica no se anduvo con rodeos. Su desempeño futuro no depende de una horquilla con porcentajes máximos y mínimos de subida expresados en tasas anuales compuestas de crecimiento, que aunque parezca imposible es la fórmula habitual que usa la operadora para comunicar al mercado sus previsiones a medio plazo. Esta vez no. Son apenas cuatro dígitos -más bien uno y tres decimales- que deben alcanzarse -o no- en 2009. La promesa lanzada por el presidente de la compañía, César Alierta, en la macroconvocatoria de inversores del pasado mayo, es bien concreta: el beneficio por acción será de 1,826 euros en cuatro años, justo el doble que en 2005.

El mercado saludó con alegría éste y el resto de los planes de futuro de Telefónica. La acción subió en Bolsa y los analistas dieron la bienvenida a unas previsiones que pocos pusieron en duda..., al menos en declaraciones o análisis escritos. Pero a la hora de pasar a cifras las promesas presidenciales, los analistas se lo han pensado dos veces o eso parece a la luz de sus conclusiones.

Es verdad que no hay muchos expertos que hayan detallado el beneficio por acción que va a tener Telefónica en 2009 -ese año queda muy lejos para el mercado-, pero alguno sí lo ha hecho. Y, en general, los que apuestan por un resultado para ese ejercicio igual o superior al prometido por Alierta son minoría. Según la recopilación realizada por la agencia financiera Bloomberg, son nueve los bancos de negocio y casas de análisis que han hecho previsiones para el final de la década tras conocer la promesa de la compañía. Pues bien, sólo tres concuerdan con el presidente de Telefónica.

Ni las divisas ni las compras se toman en cuenta en los objetivos

¿Cuál es el problema? ¿Han repasado los analistas las previsiones de la operadora y han llegado a la conclusión de que no se las creen? Por supuesto, puede haber algo de esto -los últimos informes de UBS y del Deutsche Bank apuntan en esta dirección-, pero en realidad se trata un compendio de muchos ingredientes.

'Dentro del beneficio por acción hay mucho truco', explica un analista que lleva años siguiendo a Telefónica y que prefiere no ser citado. 'Hay componentes muy poco predecibles, como la tasa impositiva, por ejemplo', añade. Puede que éste sea el motivo de que seis de nueve expertos de bancos de negocio internacionales de primera línea crean que Telefónica no va a cumplir objetivos. El que más cerca se queda reduce el beneficio por acción en 2009 a 1,68 euros y el que menos confiaba en la operadora lo ha vuelto a rebajar. Se trata del Deutsche Bank, que apostaba por un resultado de 1,42 euros por título y ayer provocó un pequeño desplome en Telefónica al recortar esta estimación y otras varias.

Claro que el 'truco' del beneficio por acción no se queda ahí. La nota a pie de página que acompaña esta previsión de la operadora es bastante larga. Para empezar, la estimación se basa en tipos de cambio constantes, 'así que el analista puede estar apostando a una devaluación del peso y no a un incumplimiento de Telefónica', señala un experto bursátil. También el perímetro de consolidación se considera estable en el cálculo de los objetivos, lo que significa que la operadora mantiene su mismo tamaño -ni compra ni vende nada- hasta 2009, cosa con la que los gestores no tienen por qué estar de acuerdo. Y todavía hay una última salvedad en el cálculo de Telefónica y es que no se tiene en cuenta ninguna cancelación de acciones más allá del plan actualmente en vigor. Incluso este último presenta inconvenientes, puesto que la compañía ha cifrado el dinero que empleará en la recompra y nada más, así que el volumen final de acciones adquiridas dependerá del precio de compra.

La conclusión principal es que la realidad en 2009 puede ser bien distinta a la prometida por Telefónica y aun así la operadora podría no haber incumplido promesa alguna. Y en ese juego no pueden entrar los analistas que, ellos sí, deben prever la realidad -o lo que creen que puede suceder- acierten luego o no.

Una rara avis en un sector de incumplidores

Sean cuales sean los motivos del desacuerdo de los analistas con la previsión de beneficio de Telefónica, lo cierto es que esta compañía es uno de los pocos representantes de su sector que está cumpliendo o superando las previsiones que da para cada año. Salvo en los primeros ejercicios del mandato de Alierta, en los que pesó la crisis argentina y otros problemas, en los últimos tiempos no ha habido ni incumplimientos ni los temidos profit warnings -alertas de resultados por debajo de lo anunciado-, algo de lo que no se han librado ni France Télécom ni Deutsche Telekom. Eso sí, Telefónica tiene que poner un gráfico especial en sus resultados para demostrar el cumplimiento, en el que depura los números oficiales para tener en cuenta los condicionantes que acompañan a sus previsiones.

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