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Finanzas

La banca española cambia sus planes en China y estudia adquisiciones

Los dos grandes bancos españoles, Santander y BBVA, han dado un giro a su estrategia en China. Ambas entidades, que hasta ahora se habían limitado a abrir oficinas de representación o sucursales en este país, pujan ahora por adquirir hasta un 10% del capital del China Citic Bank.

La inminente liberalización del sector financiero chino ha conseguido captar por fin el interés de la banca española, cuya incursión en Asia había sido hasta ahora bastante testimonial. Mientras los grandes grupos financieros internacionales han realizado fuertes inversiones en China en el último año y medio, las entidades españolas habían optado por una estrategia más prudente, centrada en la apertura de oficinas de representación o sucursales en las principales ciudades del país.

Pero esta política podría estar a punto de cambiar. Según publicó ayer el diario South China Morning Post, el Santander y el BBVA están estudiando entrar en el capital del China Citic Bank, la única entidad del país que todavía no cuenta en su accionariado con ningún socio extranjero. æpermil;sta sería la primera vez que un banco español realiza una adquisición en China.

Junto a los dos bancos españoles también se encuentran dentro de este el proceso la división financiera del estadounidense General Electric, el francés BNP Paribas y un inversor asiático. Los dos primeros ya cuentan con importantes participaciones en otras entidades chinas: BNP Paribas tiene un 19,2% del Nanjing City Commercial Bank, el séptimo banco del país, y General Electric está pendiente de recibir la autorización de las autoridades para adquirir el 7% del Shenzhen Development Bank.

El China Citic Bank, con 418 sucursales y 9.000 empleados, anunció recientemente su intención de vender entre el 5% y el 10% de su capital a un único inversor extranjero. Con esta operación, la entidad espera obtener unos ingresos de unos 1.550 millones de euros.

La presencia del BBVA en China se reduce a dos oficinas de representación en Shanghai y una en Pekín. En Hong Kong tiene una sucursal. El Santander, por su parte, está en Pekín y Hong Kong. Estas prudentes inversiones les han permitido acompañar a las empresas españolas en este mercado y, al mismo tiempo, evitar llevar a cabo fuertes desembolsos en compras.

De hecho, ambos banco habían descartado hasta ahora entrar de lleno en China con la toma de una participación en alguna entidad financiera debido a los elevados precios que se estaban pagando.

El propio presidente del BBVA, Francisco González, señaló hace unos meses que 'el desarrollo del BBVA en Asia se realizará paso a paso, avanzando a partir de nuestras fortalezas. Sin prisa, pero con constancia'.

La primera pista de un posible cambio de actitud partió, sin embargo, el número dos del Santander. Alfredo Sáenz, vicepresidente y consejero delegado de esta entidad, afirmó a finales de julio que el objetivo del banco era tener una presencia 'más activa en Asia'. Sáenz reconoció que el Santander había constituido un equipo de trabajo en este país para estudiar las oportunidades que pudieran surgir.

Un mercado con mucho atractivo

La apertura del sistema financiero chino llegará a finales de este año. Y los grandes grupos internacionales, sobre todo estadounidenses e ingleses, no han querido dejar escapar la oportunidad de participar en un mercado que mueve 1,37 billones de euros en depósitos. Tras el cambio, se espera que se convierta en el segundo mercado del mundo, por detrás solo de Estados Unidos. Este potencial ha llevado a la banca a acelerar en los últimos años sus inversiones en este país, a la espera de su progresiva liberalización. Aunque ambos eran viejos conocidos. Citibank, por ejemplo, desembarcó hace 49 años en China, mientras que el británico HSBC entró en este mercado en 1902. Las últimas entidades en hacerse un hueco han sido las francesas y las alemanas. Entre los españoles, el pionero ha sido el Sabadell, que lleva 14 años en China con una oficina en Pekín. En 2005, el banco español inauguró otra en Shanghai.Pero el camino hacia la apertura ha sido lento. Primero se permitió que las entidades extranjeras controlaran hasta el 25% del capital de un banco desde el 15% anterior y ahora las autoridades se han comprometido a culminar el proceso en 2007.

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