Las incertidumbres sobre Bolivia estancan la cotización de Repsol
La petrolera pierde el 9,24% en el año, frente a la subida del 0,56% del sector europeo
Repsol no acaba de despegar. Aquejada por las malas noticias que llegan de Bolivia y la incertidumbre que genera su exposición a Latinoamérica, la acción cotiza en un rango estrecho desde hace meses. Los expertos reconocen que ofrece múltiplos atractivos respecto al sector, pero aconsejan prudencia de aquí a final de año. Pocos comprarían por encima de 23 euros.
Repsol ha sufrido un ejercicio salpicado por las malas noticias. Y la semana pasada la situación en Bolivia se agravó aún más cuando el Ejecutivo de Evo Morales amenazó con demandar a la petrolera ante la justicia internacional por 'saqueo'.
La acción, sin embargo, apenas se resintió. Perdió el 0,66% en las últimas cinco sesiones para situarse en 22,39 euros. 'Bolivia representa el 1% del beneficio de Repsol y así lo ha recogido la acción', comenta Fernando Murillo, de Ahorro Corporación.
La incertidumbre que genera la elevada exposición de Repsol a Latinoamérica, sin embargo, explica su peor comportamiento relativo este año, según comentan los expertos. Así, la acción cae el 9,24% en 2006 frente a la subida del 0,56% del sector.
'Las noticias que llegan de Bolivia no ayudan y dejan entrever que en cualquier momento nos encontraremos con un problema serio. Parece que el proceso de nacionalización de los hidrocarburos terminará con medidas drásticas para Repsol. De concretarse no sentaría bien a la acción por miedo a que se pudieran implantar medidas similares en otros países como Argentina', comenta Javier Barrio, de Capital Markets.
Los problemas de Repsol, no obstante, no se reducen sólo a Latinoamérica. El primer susto bursátil se desató en enero cuando la compañía admitió una reducción del 25% de sus reservas de petróleo y gas.
La petrolera sufre además una serie de debilidades que acentúan la incertidumbre sobre la acción. Tiene un ratio de reemplazo de reservas muy débil, problemas para aumentar la producción y una vida de las reservas limitada a ocho años, a lo que hay que sumar su elevada exposición a Latinoamérica. 'Los grandes fondos europeos, los que mueven realmente la acción, no están dispuestos a asumir el riesgo que implica la compañía aunque ofrezca una valoración más atractiva que sus rivales', añade Barrio.
La última compra que realizó para diversificar, la adquisición del yacimiento de Shenzi, no acabó de convencer por el alto precio, y otros expertos como Murillo comentan que el precio también recoge el miedo a nuevas adquisiciones a precios elevados.
La acción, sin embargo, cuenta con un soporte claro en torno a 20 euros que impide grandes descalabros. 'A estos precios es un objetivo claro de compra', añade Barrio. 'No vemos mal la compañía. Compraríamos en el entorno de 20-21 euros. La posibilidad de un movimiento corporativo le da solidez al valor pero venderíamos en 23 euros por las incertidumbres que tiene abiertas', comenta Eduardo Liñán, de Inversis.