El valor del agua
El agua se ha convertido en un bien escaso en España. La falta de precipitaciones y el despilfarro han provocado que las autonomías empiecen a crear impuestos para castigar el consumo excesivo e irresponsable. Cataluña y el País Vasco han sido las primeras en crear estos tributos, mientras que otras, como Murcia, ha empezado a incluir en la factura del agua el coste de desalarla, lo que ha provocado que el precio sea dos veces superior al de otras comunidades autónomas.
La situación puede agravarse a medio plazo, ya que la Directiva Marco del Agua, que estará vigente en 2010, obligará a unificar las tarifas que se cobran por el consumo de agua en la Unión Europea, donde los precios de países de nuestro entorno como Francia o Inglaterra triplican lo que se cobra en España, y a repercutir el coste de las obras en el ciudadano y no en la Administración, como ocurre en la actualidad.