Los resultados impulsan la Bolsa
Lejos de dar sorpresas desagradables, el Ibex está completando un verano que lo ha colocado en los máximos históricos de hace seis años. Una evolución a la que favorece el fin de la escalada de subidas de tipos por la Reserva Federal de EE UU y que ha superado los efectos de la tensión en Oriente Próximo sobre el precio del petróleo. Aunque la mayoría de los expertos esperan una corrección en otoño y una elevada volatilidad, antes de que el Ibex aborde nuevas cotas, el español es hoy por hoy el índice más rentable de las Bolsas occidentales. Y lo más interesante es que cuenta con un elevado potencial, sustentado por unos sobresalientes resultados empresariales que van a seguir ejerciendo de motor del mercado.
La comparativa interanual resulta cada vez más exigente, después de tres ejercicios de beneficios récord, pero tanto las empresas del Ibex como todas las que componen el índice general de la Bolsa de Madrid han vuelto a pulverizar sus registros en el primer semestre del año. Las 35 del Ibex ganaron un 36,8% más, con un aumento del 22% en los ingresos, mientras que las restantes cotizadas mejoraron sus resultados y facturación el 21,5% y el 17,6%, respectivamente.
Las cifras de beneficios están apoyadas en algunos resultados extraordinarios por venta de activos, así como en el cambio en el perímetro de consolidación de las cuentas de las compañías como consecuencia de la frenética política de adquisiciones llevada a cabo durante los últimos meses. Sin embargo, si no se contabilizan estas circunstancias, los resultados siguen creciendo a tasas próximas al 20%, lo que demuestra la calidad y la solidez de los mismos. Unida a la subida de las cotizaciones, esta solidez de los resultados hace que la Bolsa española presente oportunidades a medio plazo, con un PER (número de veces que el precio de un valor contiene el beneficio por acción) de 13 veces, por debajo de la media histórica de 15, y una rentabilidad por dividendo estimulantes para los inversores.
El mercado español cuenta con un aliciente añadido. Se trata de las operaciones empresariales. Compras, fusiones y opas han sido otro poderoso motor para la Bolsa. Y los expertos pronostican que la actividad corporativa continuará con fuerza los próximos meses. Operaciones como las opas sobre Endesa en el sector energético y la fusión de los bancos italianos Sanpaolo e Intesa en el financiero hacen, por distintas razones, que esos dos sectores sean los que parezcan más proclives a los movimientos. Pero sin excluir a otros.
La evolución de las empresas españolas cuenta con otro factor de impulso que se consolida cada vez más: la internacionalización. Casi la mitad del negocio de las empresas del Ibex 35 se genera ya en el exterior. En las cuentas del primer semestre ha sido especialmente importante la aportación de Latinoamérica, gracias al buen comportamiento de las economías de la región. Al mismo tiempo, la recuperación de las economía de la zona euro, donde están los principales clientes de las empresas españolas, tiene que empezar a notarse positivamente también en las cuentas de resultados. En este sentido, sería imperdonable que el sector privado, apoyado por las Administraciones, no hiciese nuevos esfuerzos para mejorar la competitividad internacional de los productos españoles.