La ONU defiende que los países pobres apliquen más aranceles
El Informe elaborado por la Conferencia de Naciones Unidas para el Comercio y el Desarrollo (Unctad) correspondiente a 2006, revela que para mejorar la economía de los países en desarrollo sería necesario llegar a acuerdos comerciales que prevean la aplicación 'con prudencia' de mayores subvenciones y aranceles.
El estudio insta a los gobiernos a adoptar políticas macroeconómicas e industriales activas para acelerar la inversión privada y el equipamiento tecnológico. 'Son las decisiones empresariales innovadoras y aquellas que conllevan riesgos las que generan nuevas líneas de producción, nuevas empresas y puestos de trabajo', subraya el informe.
En alusión a entidades como el Fondo Monetario Internacional o el Banco Mundial, la Unctad recuerda que las profundas reformas realizadas por la mayoría de los países en desarrollo en los años ochenta y noventa a instancias de las instituciones financieras y entidades crediticias internacionales 'no dieron los resultados prometidos'.
Naciones Unidas sostiene que dichas reformas, que abogaban por la estabilidad macroeconómica y una rápida apertura a la competencia internacional en lugar de terminar con la pobreza, lo que hicieron fue aumentar la desigualdad.
'Los gobiernos deberían encontrar medios eficaces que les permitan atender el aumento de la demanda de países como Estados Unidos o China', explicó ayer el secretario general de la Unctad, el tailandés Supachai Panitchpakdi, en una conferencia de prensa en Ginebra. Para ello, defendió que esos países no deben estar limitados por las normas comerciales internacionales y así, en un momento dado, tener la capacidad de aplicar 'con prudencia' aranceles y subvenciones para proteger a sus empresas nacionales, hasta que éstas sean plenamente competitivas.
Para los expertos de la Unctad ésa es la única vía para crecer de forma sostenida y sin poner en peligro la estabilidad económica, por lo que las negociaciones multilaterales que se siguen en el seno de la Organización Mundial del Comercio (OMC) y los acuerdos comerciales bilaterales 'no deben restringir aún más las herramientas con las que cuenta el mundo en desarrollo'.
Asimismo, el estudio apuesta por mantener los aranceles a los bienes industriales, ya que éstos siguen siendo un instrumento importante porque son una fuente de ingresos fiscales difíciles de sustituir.
La ONU se muestra partidaria de que los países industrializados acuerden una nueva normativa que otorgue un tratamiento especial o diferenciado a las economías en desarrollo, sin que por ello deban recibir concesión alguna a cambio los países ricos.
En cualquier caso, el que fuera el anterior director general de la OMC abogó por la necesidad de concluir la Ronda de Doha, cuya negociación está suspendida temporalmente tras casi cinco años de trabajo, ante la falta de entendimiento entre sus 149 miembros.
'No se puede decir que no haya habido avances por el hecho de que se haya suspendido, sino que, al contrario, ha habido bastantes logros, suficientes para mantener el interés de los países participantes', defendió Panitchpakdi.
FuturoAlemania y Japón serán los antídotos a la crisis
¦bull; El informe de la Unctad estima que Alemania y Japón tienen la nueva responsabilidad de evitar una posible crisis económica, que afectaría especialmente a los países en desarrollo, ante el agotamiento de Estados Unidos como la gran potencia consumidora del mundo.¦bull; Asia y Suramérica son las dos grandes áreas mundiales que mejor han sabido aprovechar el tirón de EE UU como motor del crecimiento mundial y han logrado acumular grandes excedentes comerciales. Además, han estabilizado sus tipos de cambio en niveles más bien bajos y han acumulado grandes reservas en dólares.¦bull; A China Naciones Unidas reconoce que no puede pedírsele más, ya que lleva años creciendo más del 10%.¦bull; La principal amenaza que vislumbra la Unctad es que si no se adoptan medidas para reducir los desequilibrios comerciales mundiales, se pondrá en peligro el crecimiento del PIB. Aún así, descartan una próxima crisis financiera como la de Asia hace 10 años.