Mittal alcanza el 93,7% de Arcelor al cierre de la opa que revolucionó el sector del acero
Lakshmi Mittal, el presidente de la multinacional india del acero que toma el nombre de su apellido, volvió a esbozar ayer la sonrisa que le ha hecho famoso en Europa después de que el 27 de enero de este año lanzara una opa hostil sobre su competidor europeo Arcelor. Pese a la resistencia de los países que conformaban el núcleo duro de Arcelor (Francia, Luxemburgo y España), Mittal ha consolidado el éxito de su operación tan sólo siete meses después de su inicio, un ejemplo a destacar en las escuelas de negocios que sólo abundan en lo ya hecho, pero que no definen el futuro.
Mittal ha alcanzado el 93,7% del capital de Arcelor, y el 93,80% en el caso de los títulos con derecho a voto. Ese porcentaje seguro que subirá cuando el resto de los accionistas que no han acudido a la opa puedan vender sus títulos a 40,40 euros la unidad, la opción que tienen hasta el próximo 17 de noviembre.
Si Mittal alcanzara el 95% del capital en ese plazo, el resto de accionistas debiera desprenderse de sus títulos al precio citado, según fuentes de la compañía.
La oferta de compra de Mittal ha valorado a la siderúrgica europea en 28.300 euros, después de que corrigiera al alza en un 49% su primera intención de compra de enero pasado.
En la historia no explicada queda la resistencia del equipo de dirección de Arcelor a la opa de Mittal, al menos en principio. De todos ellos, sólo el anterior consejero delegado, el francés Guy Dollé, ha renunciado a seguir en la actual etapa. El resto de los ejecutivos de la empresa continuarán a las órdenes del nuevo propietario. La suma de Mittal y Arcelor generará un grupo con una facturación de más de 57.000 millones de euros.
En Europa, la entrada de Mittal en Arcelor ha descubierto a muchas corporaciones empresariales del viejo continente la existencia de India como inversor, un país de más de 1.100 millones de habitantes, en donde la miseria convive con grandes patrimonios en manos de unas cuantas familias. Una de ellas es Mittal, pero hay otras, como Tata, con importantes intereses en la industria automovilística de todo el mundo, y que ya vende coches en España