El fisco de EE UU investiga las cuentas de la auditora PwC
La mayor auditora del mundo está siendo auditada. La Hacienda de Estados Unidos, IRS, tiene puesta la lupa sobre las cuentas de PricewaterhouseCoopers por posibles conflictos sobre los impuestos que pagó durante los ejercicios fiscales de 2002 y 2003.
La investigación de la Hacienda americana comenzó en enero de 2005 y está previsto que termine este mismo mes aunque no habrá conclusiones hasta finales de año. El IRS está valorando el momento en el que se hicieron algunas deducciones, el plan de pensiones de la firma y cómo se han transferido beneficios de unas filiales extranjeras a otras para aprovechar mejores condiciones tributarias.
Ni PwC ni IRS se han querido manifestar sobre esta auditoría que podría tener efectos potencialmente muy negativos para una firma encargada de auditar las cuentas de Exxon Mobil, JP Morgan Chase y Telefónica, entre otras grandes compañías. Además del potencial revés para la credibilidad de la compañía, los socios de Nueva York podrían ser responsables directos por impuestos atrasados. Los problemas se multiplicarían si se encuentran salvedades en los planes de pensiones.
Precisamente puede que estos planes para sus empleados en EE UU, que se modificaron en 1998, hayan sido el detonante de esta investigación. El IRS se interesó por las cuentas de PwC dos meses después de que un ex empleado demandara a la firma por considerar que el cambio en las pensiones, además de perjudicar a los empleados, se había diseñado para evitar algunos impuestos. El caso está abierto aunque PwC espera que el juez lo archive.
Se da la circunstancia de que PwC modeló un plan de pensiones similares para el Bank of America, una entidad que en marzo recibió una comunicación del IRS diciendo que violaba algunas provisiones fiscales. El banco negocia ahora con Hacienda resolver el conflicto.
Además, el IRS examina si se utilizaron ventas o transferencias entre filiales en distintas parte del mundo para beneficiarse de más bajos impuestos. El IRS tiene un conflicto abierto similar con la farmacéutica GlaxoSmithKline, cliente de PwC, a la que exige pagos de más de 5.000 millones de dólares por impuestos. Glaxo niega los cargos y el caso se sustanciará ante un juez en febrero.
Una industria en la que se siente la vigilancia
El escándalo de Enron pulverizó a Arthur Andersen, una de las cinco grandes. Aunque la puntilla se la dio un juicio cuya sentencia condenatoria fue revocada, la firma perdía diariamente clientes en todo el mundo en cuanto se comprometió su credibilidad.A resultas de este escándalo, el Congreso de EE UU creó un Consejo de Vigilancia en 2002 para reforzar sus controles a esta industria en la que había menos competencia en la cumbre.Además de este nuevo organismo, el IRS no se ha relajado y aunque es muy raro que Hacienda vigile a las auditoras (en las que se presume el conocimiento de la ley) la de PwC no es la única investigación.El año pasado, KPMG, la cuarta del sector, acordó pagar 456 millones de dólares al Gobierno de EE UU por promocionar paraísos fiscales ilegales. El acuerdo se vio como un intento del Gobierno de castigar sin eliminar más firmas.