Alierta convocará a 1.200 directivos para explicarles la 'nueva Telefónica'
César Alierta lanzó la noticia a escasos días de las vacaciones: una profunda reestructuración en Telefónica. Pero las consecuencias prácticas no llegan hasta ahora, con el inicio de curso. Consciente de ello, Alierta convocará a los 1.200 principales ejecutivos de todo el mundo para explicarles personalmente su visión.
Hay pocos altos directivos en Telefónica que se hayan ido de vacaciones con la cabeza tranquila. Los que conocen su destino a la vuelta del verano sienten la incertidumbre de sus nuevos cometidos y los que no han tenido esa suerte se preguntan cuál será su futuro.
El 26 de julio, el presidente de Telefónica, César Alierta, dio las líneas maestras de una profunda reestructuración, pero sólo se quedó en los grandes nombres y objetivos. El fin de la compañía tal y como se la conoce hasta ahora y su conversión en una empresa dividida por geografías y no por tecnologías obliga a una gran reconversión, cuya letra pequeña es todavía una incógnita.
Pese a las incertidumbres, inconvenientes y desajustes que puede provocar este cambio en la plantilla, Alierta no tiene la intención de rehuir a sus ejecutivos. Todo lo contrario. Su objetivo es convocar a los 1.200 principales directivos de todo el mundo a una reunión en Madrid en la que les explicará personalmente qué se espera de la llamada nueva Telefónica, cuáles son los retos de la etapa que se abre ante ellos y cuál es su idea de la convergencia, según aseguran diversas fuentes en la operadora.
En principio, la idea era fijar la macroconvocatoria en las últimas semanas de septiembre. Problemas de agenda han obligado a posponerla a octubre, aunque las invitaciones todavía no han sido cursadas así que puede haber más cambios de calendario. Allí estarán los altos ejecutivos de España, Europa y Latinoamérica, elegidos entre los miembros de los diferentes comités de dirección.
La última, con Bellsouth
Las convenciones de altos directivos no son nuevas en Telefónica. El ex presidente Juan Villalonga hizo alguna, aunque mucho más reducida, y Alierta intentó mantener la costumbre. Al inicio, la idea era que fueran una vez al año, pero fue imposible mantener tal cadencia y ahora se celebran más bien cuando hay grandes acontecimientos, con el cuidado de que no pasen mucho más de dos años entre una y otra.
La última reunión, por ejemplo, fue en 2004 y tuvo como gran protagonista a la operación Bellsouth, cuyas filiales en Latinoamérica acababan de ser adquiridas por Telefónica Móviles. Pero la de este ejercicio se espera con más interés, incluso, porque hay muchos más afectados. Los trabajadores de España y Latinoamérica tendrán que afrontar grandes cambios, con la integración en cada uno de los países de las filiales de fijo y móvil en una sola. Para la división europea, en cambio, la transición será más estable. Al frente de la nueva y convergente Telefónica Latinoamérica estará José María Álvarez-Pallete y con todo el negocio nacional se quedará António Viana-Baptista.
Entre los directivos involucrados los hay de diversas clases. Los que trabajan más apegados a la actividad comercial, en las operadoras, sufrirán menos los cambios, justo al contrario que los responsables de servicios comunes, más horizontales.
Por supuesto, Alierta es el que ha dado y dará las directrices generales, pero serán los dos ejecutivos de España y Latinoamérica los encargados de materializarlas. Este último, Álvarez-Pallete, dedicará septiembre a conocer en profundidad todas y cada una de sus nuevas responsabilidades -asume toda la telefonía móvil de Latinoamérica-, donde contará con la ayuda de Luis Miguel Gilpérez, cuya continuidad se da por asegurada. Viana, mientras, tiene su nuevo cometido más cerca y concentrado -en España- y allí llevará a varias de sus personas de confianza en su época de presidente de Móviles.
La clave latinoamericana y nacional está en el móvil
El gran reto al que se enfrentan los responsables de Telefónica España y Latinoamérica es el mismo: frenar el avance de los competidores en telefonía móvil. En territorio nacional es Vodafone la que está firmando una muy buena evolución y al otro lado del Atlántico son América Móvil y su dueño, Carlos Slim, los que están creando dificultades.Por supuesto, no todos los países de América Latina tienen el mismo grado de competencia. Brasil y México son los puntos más conflictivos. En España, la entrada de los móviles virtuales y la respuesta de Telefónica a ellos también serán aspectos decisivos. En general, la telefonía fija ha sido más estable y tiene menos frentes abiertos, tanto en el terreno nacional como en el latinoamericano.