Las malas expectativas sobre inversión y consumo hunden la confianza en Alemania
La confianza económica de Alemania empeoró considerablemente en agosto debido a la percepción de que las exportaciones, la inversión y el consumo se han debilitado, según el centro de estudios económicos Zew, uno de los seis de referencia en el país.
En concreto, el indicador Zew descendió en 20,7 puntos en agosto y ha pasado de 15,1 puntos positivos a 5,6 negativos, lo que le aleja de la media histórica de 35 puntos y arroja nuevas dudas sobre una economía de la que el lunes la canciller Angela Merkel dijo que había dejado de estar 'enferma'. 'El actual comportamiento del indicador adelanta una considerable tendencia a la baja en los próximos seis meses', advirtió el instituto Zew.
Las exportaciones, uno de los motores económicos del país, están resultando sensiblemente perjudicadas por el descenso de la demanda en EE UU y por la creciente revalorización del euro. Además de esta coyuntura, los planes del Gobierno alemán para gravar el cobro de intereses corporativos podría hacer más costosas las inversiones, recordó ayer el mencionado instituto. A esta circunstancia se suma el hecho de que el consumo privado parece que se está viendo afectado por el aumento de los precios de la energía y por la subida de los impuestos.
Clima mundial
Además, el clima económico mundial se enfrió en el tercer trimestre de 2006, después de nueve meses al alza. El índice de clima económico mundial del Instituto alemán de Investigación Económica IFO, que se dio a conocer igualmente ayer, alcanzó los 105,6 puntos en el tercer trimestre, frente a los 111 puntos del trimestre anterior. Según el IFO, la caída se debió exclusivamente a la bajada de las expectativas, ya que la calificación de la situación económica actual volvió a subir, después de que en el segundo trimestre de 2006 alcanzase su valor más alto de los últimos cinco años.
Los resultados de la encuesta indican que el auge de la economía mundial se ralentizará en los próximos meses. Por regiones, el retroceso del índice fue más fuerte en Norteamérica, ya que las perspectivas para los próximos seis meses fueron 'menos optimistas' y no compensaron la ligera mejora de la calificación de la situación actual respecto a la encuesta de abril.