Carteras para el otoño
Los partícipes se refugian en valores seguros a la espera de que se frene la volatilidad bursátil
Las vacaciones estivales son uno de los clásicos momentos del año para echar la vista atrás y repasar cómo se han comportado los mercados y las inversiones y prepararse para el otoño que se avecina. Como siempre, los fondos serán una de las mejores maneras de construir una cartera de inversión ampliamente diversificada que permita reaccionar con flexibilidad ante los movimientos del mercado.
En primer lugar, el repaso: los siete primeros meses del año han tenido dos fases claramente diferenciadas. Los primeros cuatro meses más los diez primeros días de mayo se caracterizaron por una continuación, sino aceleración, de la tendencia alcista iniciada en la primavera del año 2003. La fiebre alcista y compradora se detuvo bruscamente el 10 de mayo y desde entonces ha habido lo que se podría denominar como mercados agitados, con una considerable caída durante la mayor parte del resto del mes de mayo y los dos meses siguientes caracterizados por un comportamiento similar de bajadas durante la primera quincena y recuperación durante la segunda.
El resultado ha sido que los inversores en fondos de Bolsa en general todavía acumulan ganancias en lo que ha transcurrido de año, aunque se han visto claramente menguadas en los últimos meses, mientras que la renta fija, en particular aquella que más interesa al inversor español como es la que invierte en deuda pública en euros, ha vivido un pequeño calvario. Ello es especialmente cierto en el caso de los fondos que invierten en bonos a largo plazo, cuyos precios se han visto fuertemente castigados por la subida de tipos y de sus rendimientos. En la renta variable tampoco todo han sido ganancias y quizás el mayor exponente de ello han sido los fondos de Bolsa japonesa, que han decepcionado a muchos inversores.
El análisis de los flujos de patrimonio pone de manifiesto también la reacción de los inversores a estos movimientos de mercado, ya que durante los primeros meses del año los fondos de renta variable fueron los principales beneficiarios de las suscripciones por parte de los partícipes. Destacó en especial un comportamiento que puso de relieve como la percepción de riesgo había caído hasta niveles irracionalmente bajos y que consistió en la entrada de bastantes inversores minoristas en fondos de Bolsa emergente, atraídos por las extraordinarias rentabilidades del último par de años. Lipper registró a nivel europeo cómo fondos pertenecientes a algunas de las categorías de Bolsa emergente copaban el ranking de suscripciones netas absolutas. Dado el tamaño relativamente reducido del patrimonio agregado existente en estas categorías de fondos, significa que en términos relativos las compras fueron destacadísimas.
Las tornas cambiaron a partir de mayo y, desde entonces, los fondos de bolsa experimentan reembolsos netos acumulados. Las demás clases de activo tampoco han disfrutado de un especial dinamismo, lo que ha llevado a que los datos totales del mercado apunten a un mercado de fondos bastante apático, sino menguante, en los últimos meses.
Algunos de los movimientos observados en los flujos de patrimonio europeos apuntan, sin embargo, a lo que podría ser un reajuste bastante sensato de las carteras que nos sitúe en una posición más favorable frente a los mercados más volátiles en los que nos encontramos, a la espera de comprobar en qué dirección terminan saliendo los mismos.
Estos movimientos se concretan, por el lado de la renta variable, en un incremento de las opciones más defensivas, como los fondos de bolsa de los mercados más maduros -como son el europeo y el norteamericano- y una reducción en mercados emergentes. El último informe mensual de flujos de patrimonio europeo de Lipper apunta también a suscripciones en fondos sectoriales de bolsa como Electricidad o de Bienes y Servicios no Cíclicos. También resulta que las rentabilidades medias de estos fondos se sitúan entre las más positivas de todos los fondos de Bolsa en los últimos meses.
En el lado de la renta fija, una reducción de los fondos de renta fija de alto rendimiento como la de mercados emergentes o renta fija privada high yield y un aumento de la deuda gubernamental de calidad. En cuanto a los monetarios, en particular los dinámicos, se espera que sigan recibiendo el favor de los inversores, tras la enorme popularidad alcanzada en los meses previos a las caídas de mayo y a pesar de que sus retornos se han visto afectados por las recientes turbulencias del mercado.
Análisis. Apostar por la prudencia
Las ganancias pueden ser espectaculares mientras los mercados son alcistas, con variaciones destacadas de precios en el día a día, pero durante las caídas bursátiles las pérdidas pueden llegar hasta niveles de los que es difícil recuperarse.Las Bolsas emergentes europeas presentan menor riesgo (relativo) que las latinoamericanas o asiáticas. Sin embargo, han sido de las que más han sufrido desde el 10 de mayo.