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CincoSentidos

Acciona fija rumbo al norte

Se han cumplido dos meses desde que, en mayo, la principal naviera española de pasajeros, Trasmediterránea, iniciara su singladura más arriesgada rumbo al norte; desde Bilbao al puerto de Portsmouth, en el sur de Inglaterra. Ahora incrementa de dos a tres las frecuencias semanales que realiza con uno de los buques más modernos de la flota española: el ferry Fortuny.

La naviera de Acciona ha pagado en estos meses un peaje por atreverse a disputar una porción del mercado a la primera potencia en tráfico marítimo de pasajeros, Reino Unido, en su propio terreno. Pero el riesgo parece dar sus frutos.

El rumbo de la que fuera naviera pública, ha enfilado tradicionalmente hacia el este y el sur. Sus tráficos conectan la Península con Baleares, Canarias, Ceuta y Melilla. En aventura más internacional, no había llegado hasta ahora más allá de abordar la cobertura con los puertos de Tánger, Nador y Orán en el norte de África.

Por eso la nueva apuesta tiene su punto de audacia. Es cierto que el puerto de partida, Bilbao, está situado en territorio español. Pero la historia muestra que la conexión por mar entre la Cornisa Cantábrica y el sur del Reino Unido ha sido coto de compañías británicas.

Hasta la intrusión de Trasmediterránea, dos empresas de pabellón inglés se han repartido el mercado: P&O, que hace un trayecto idéntico entre Bilbao y Portsmouth, y Brittany Ferries que cubre singladuras entre Santander y Plymouth.

La aventura rumbo norte de Trasmediterránea no ha sido recibida con agrado por la contraparte británica. Aunque la situación tiende a la normalidad, en los primeros viajes la administración portuaria de Portsmouth se mostró quisquillosa pidiendo papeles y homologaciones que de sobra cumple el buque Fortuny. Este celo burocrático nada tiene de extraño, ya que las autoridades marítimas españolas lo aplicaron con igual o mayor rigor cuando hace una década una naviera británica, Cenargo, osó establecer una conexión entre Almería y Nador en Marruecos. Hoy, los activos de Cenargo están incorporados al patrimonio de Trasmediterránea, incluidos ruta y barco.

Buque español que habla inglés y cobra en libras

La osadía de la nueva apuesta de la naviera de Acciona queda de manifiesto si tenemos en cuenta que las conexiones marítimas entre Reino Unido y España son utilizadas casi en exclusiva por ciudadanos británicos. El pasaje está compuesto por parejas, mayoritariamente de edad, y por grupos de británicos que quieren divertirse en un minicrucero y, de paso, hacer provisiones de tabaco en Bilbao. También viajan familias que embarcan con autocaravanas para pasar sus vacaciones ambulantes por España. Un tercer grupo de usuarios es el de los conductores de grandes camiones de transporte de mercancías que prefieren ahorrarse casi dos días de ruta por las carreteras francesas, y disfrutar de las comodidades de un área de servicio específica que se les reserva en el barco.El dominio británico en la nacionalidad del pasaje es tan aplastante que hasta la propia Trasmediterránea ha optado por cobrar todos los servicios a bordo en libras y la hora oficial que rige en el buque es la de Reino Unido. El reto para el equipo comercial de Acciona se centra en arrebatar a sus competidoras inglesas un pasaje que es de su misma nacionalidad. Para ello cuenta con la ventaja de haber colocado en la ruta un buque mejor equipado y más moderno que los de P&O y Brittany Ferrys.

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