Intereses económicos y negligencia, detrás de los incendios
El 20% de los fuegos son de origen desconocido y quedan sin resolver
Más de 70 incendios -43 de ellos bajo control- seguían asolando ayer los bosques gallegos, donde han provocado la muerte a tres personas. Aunque, según los ecologistas, no es una situación peor que la de otros años, los políticos se han encargado de introducir expresiones inéditas en el debate como 'nueva tipología de incendios' o 'terroristas del fuego', en referencia a la intencionalidad de los sucesos en Galicia. Ya estén provocados por negligencias, con objetivos más o menos económicos o criminales, o por pura piromanía, las causas que hay detrás del fuego son múltiples y complejas, según investigadores, ecologistas y agentes forestales.
La reciente legislación sobre montes se preocupó por terminar con la especulación, de manera que no se puedan recalificar ni construir sobre terrenos quemados. La primera lectura que hacen muchos ciudadanos, no obstante, tiene que ver todavía con los intereses urbanísticos. Pero los expertos no creen que esta sea la única y ni siquiera la primera causa de la mayoría de los incendios, una opinión que parecen respaldar las estadísticas oficiales, que muestran que sólo una pequeña cantidad de incendios responde al objetivo de modificar el uso del suelo, siendo la quema de rastrojos y la quema de pastos las causas más comunes.
Vicente Pons, investigador privado de incendios, ingeniero industrial y ex director del Servicio de Bomberos del Ayuntamiento de Valencia, enumera otras como 'la invasión del monte, la falta de respeto por la naturaleza y el desconocimiento de quienes provocan el fuego y de quienes están obligados a atajarlo'. Joaquín Reina, de Ecologistas en Acción, quita importancia a las imágenes de satélite que muestran la abundancia de incendios en las costas gallegas, porque 'los promotores no necesitan quemar el monte para construir; los Ayuntamientos recalifican a voluntad'.
Las estadísticas oficiales muestran que el 59% de los incendios son provocados y la mayoría tienen su origen en quemas agrícolas y ganaderas descontroladas
Al margen de los inmobiliarios, 'hay otros intereses económicos y otros rencores', asegura el perito Ricardo Navas, autor para la propiedad del informe de causas de la destrucción del Edificio Windsor, en Madrid. Las estadísticas revelan que entre 1991 y 2004 el 59% de los incendios fueron provocados y 3/4 partes tuvieron origen en quemas agrícolas y ganaderas descontroladas.
Galicia y Asturias, muy ganaderas, son también las que soportan un mayor porcentaje de incendios provocados: más del 80% en casi todo su territorio. Gregorio Palomo, del Sindicato de Agentes Forestales de Madrid, explica que 'aprovechando que los vigilantes están ocupados, se queman pastos para eliminar la vegetación leñosa y potenciar el crecimiento de la hierba'. A eso se añaden, según Reina, las venganzas 'cada vez menos habituales' de los ganaderos contra las papeleras que 'durante muchos años sustituyeron la vegetación autóctona con bosques de crecimiento rápido, como eucaliptos y pinos'.
Pons y Julio Hato, ex inspector de la policía científica y director de la empresa de investigación Arson, quitan importancia a los intereses económicos y se la dan a las simples negligencias, que provocan el 14% de los incendios. Tras la tragedia de Guadalajara del año pasado, que fue provocada por una barbacoa, la legislación al respecto se ha endurecido. Los expertos insisten también en la inevitable piromanía -que provoca el 7% de los incendios-. Hato recuerda un fuego en Buñols en el que su equipo iba apagando las llamas, 'mientras tres locos, por delante, iban encendiendo de nuevo el fuego'.
Al margen de todo, y aunque un 19% de incendios quedan sin resolver, está la naturaleza. Un 4% de incendios están provocados por rayos, y hasta el cliclo lunar influye, 'al fermentar los materiales orgánicos y favorecer la combustión', explica Pons.
Narbona pide colaboración ciudadana
La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, pidió ayer la colaboración ciudadana para detener a los culpables de los incendios forestales que han arrasado miles de hectáreas en Galicia y Cataluña, así como responsabilidad a los partidos políticos.Narbona insistió en la tesis de la Xunta de Galicia, que habla de 'terrorismo forestal, ya que estos incendios pueden causar muchísimo daño a las personas y están producidos por profesionales'.En estos momentos trabajan en Galicia el 35% de los medios de extinción terrestres y aéreos del Ministerio de Medio Ambiente, así como efectivos de Portugal y de las comunidades de Asturias, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Madrid. 'No se pueden tener muchos más medios allí porque el riesgo de incendio es extremo en otras regiones', explicó Narbona. Italia anunció ayer que enviaría dos aviones a Galicia.En cuanto a las causas de los incendios, la ministra sugirió que puede tratarse de 'despechados por no haber sido contratados en los retenes de este año o personas con diversas patologías'. No obstante, para conocer la causas exactas de los fuegos en Galicia se llevará a cabo un estudio específico con expertos y universidades gallegas. 'Se han destinado durante muchos años dinero para apagar incendios y cero euros para saber el origen de los fuegos', criticó.
Prevenir o curar
¦bull; La lucha contra los incendios forestales es ardua y peligrosa. En España, más de un centenar de personas han fallecido en las últimas cinco décadas mientras intentaban sofocar el fuego. A juicio del experto en incendios Vicente Pons 'a la hora de dirigir y controlar un incendio forestal es difícil delegar y seguir una cadena de mando que obtenga los resultados más eficaces. Muchas veces no se utilizan de forma efectiva más de un 20% de los recursos disponibles'. A eso se añade la 'falta de formación generalizada', según Pons.El ecologista Joaquín Reina cita a especialistas que consideran que la inversión en logística de extinción en algunas zonas de España, como Andalucía, es más que suficiente, aunque él no lo tiene 'muy claro'. En todo caso, defiende que se invierta más en prevención y en concienciación, 'en los ocho meses del año en los que hay poco riesgo de incendios'. Ahora los porcentajes de gasto son 60% en extinción y 40% en prevención, 'y debería ser justo al revés'.