El conflicto de Líbano agudiza la caída de las Bolsas árabes
Las Bolsas de Oriente Próximo acumulan las mayores caídas del mundo en lo que va de año. La actual tensión política de la zona se suma a la fuerte corrección iniciada tras años de ganancias propiciadas por la abundancia de dinero procedente del petróleo
La abundancia de petróleo no se traduce en ganancias bursátiles para los países del Golfo Pérsico. Aun al contrario, este año están corrigiendo con dureza las jugosas ganancias que en ejercicios anteriores propiciaron los petrodólares, a lo que se ha añadido en las últimas semanas el pernicioso efecto del conflicto bélico en Líbano.
El inicio de los ataques de Israel sobre su vecino del norte, el pasado 12 de julio, ha devuelto con fuerza las ventas a la Bolsa de Arabia Saudí, la mayor de la zona, que arrastra en lo que va de año una caída del 32%. Su principal índice, el Tadawul, inició un ligera remontada tras marcar mínimos anuales en mayo pero el despegue fue cortado en seco de nuevo con el estallido del conflicto entre Israel y la guerrilla libanesa Hezbolá, hasta casi rozar de nuevo las cotas más bajas del año. Sólo el ascenso del precio del crudo en las últimas jornadas, que alcanzó un nuevo máximo histórico en la sesión del lunes, en los 78,64 dólares por barril, está consiguiendo reanimar ligeramente a la Bolsa saudita, que gana más del 6% en la última semana. La Bolsa de Jordania ha corrido una suerte similar. Su principal indicador, el Amman Stock Exchange General Index, pierde el 27,5% en lo que va de 2006 y marcó el mínimo anual el pasado 16 de julio, una vez iniciada la ofensiva israelí. La Bolsa de Qatar ha retrocedido otro 28,2% desde enero, si bien la más castigada con diferencia es la Bolsa de Dubai, que se ha desplomado el 61% en 2006, con lo que se adjudica la mayor caída de las bolsas internacionales.
El mercado bursátil de Líbano, que se había desmarcado de la fuerte corrección de sus Bolsas vecinas, ha visto esfumarse la revalorización del 15% que disfrutaba con anterioridad al estallido del conflicto y acumula una caída del 8,6%.
La difícil situación política que atraviesa Oriente Próximo agrava así las ventas que han compartido en los últimos meses el conjunto de mercados emergentes. El temor a las subidas de tipos, desatado en mayo, provocó la huida de los inversores de los activos de riesgo y la toma de beneficios, después de que la Bolsa de Arabia Saudí reportara ganancias el pasado año del 132%.
Israel pierde el terreno ganado y cede el 2% anual
La Bolsa de Israel también ha acusado el impacto del conflicto con Líbano y perdió el 9,6% en las tres primeras jornadas de ataques. Aunque partía de niveles superiores a los de las Bolsas de sus países vecinos, ahora pierde el 2% y cae un 16,7% desde los máximos del año, con lo que ha abandonado el saldo anual positivo del que disfrutó hasta el 12 de julio. Israel calcula que el efecto del conflicto será limitado, algo superior al 1% del PIB según un estudio del Banco de Israel, y descarta que el gasto militar, superior al previsto, sea una amenaza para el objetivo de déficit público, previsto en el 3% sobre el PIB para este año. En este sentido, JPMorgan añade que el sentimiento de los inversores se mantiene positivo y tiene su reflejo en el precio de los activos, que han vuelto a acercarse a los niveles previos al inicio del conflicto.