Suspense en las Bolsas ante la decisión sobre tipos de la Fed
La Reserva Federal estudia mañana si sube el precio del dinero en EE UU al 5,5%
Por primera vez en más de dos años, los mercados no tienen completamente claro cuál va a ser el próximo paso de la Reserva Federal, el banco central de EE UU, en materia de tipos de interés. La autoridad monetaria se reúne mañana y hasta hace unos días estaba prácticamente descontado que la Fed elevaría los tipos por decimoctava vez, llevando así el precio del dinero del 5,25% al 5,5%. Pero ya no. Primero el dato de crecimiento del PIB del segundo trimestre (fue del 2,6% frente al 5,6% del periodo anterior) y, después, la noticia de que la economía creó en julio 30.000 empleos menos de lo esperado, han enfriado las expectativas sobre los tipos.
Las apuestas de futuros sobre Fed Funds del mercado de Chicago registraron el viernes pasado un brusco descenso en su apuesta por un nuevo alza en el precio del dinero; en concreto, sólo un 18% de los operadores apostaban por una subida en la reunión de este martes, frente al 40% que estaban convencidos de lo mismo tan sólo un día antes.
Hace tiempo que los inversores esperan una señal del presidente de la Fed, Ben Bernanke, de que ciclo de encarecimiento ha terminado. Sin embargo, esta señal no termina de llegar. En su comunicado de la pasada reunión del 29 de junio, el comité de la Fed subrayó la 'persistencia de los riesgos inflacionarios'. El banco central puso de manifiesto que 'el alcance y el momento de cualquier endurecimiento adicional de los tipos necesario para afrontar esos riesgos, dependerá de la evolución de las perspectivas tanto de la inflación, como del crecimiento'. Es decir, que todas las puertas quedan abiertas.
A pesar de que, por el momento, la balanza del mercado se inclina a favor de que mañana haya una pausa en la política alcista de tipos, el consenso de analistas aún da un nivel del 5,5% para el cierre del año. La Fed tiene por delante otras reuniones programadas para tomar decisiones de política monetaria, tendrán lugar el 20 de septiembre; el 24 y 25 de octubre y el 12 de diciembre.
El problema de la autoridad monetaria estadounidense se resume en que tiene la voluntad de dejar de encarecer el precio del dinero, pero no puede hacerlo hasta estar completamente segura de que la inflación no se va a descontrolar. La dificultad estriba en la presión del precio del petróleo: ha subido un 23% desde enero, lleva ya cinco años consecutivos apreciándose y no tiene visos de ir a ceder.
La filosofía que inspira la política de la Reserva Federal tiene sus raíces en la depresión de los años treinta que asoló EE UU y uno de sus mandatos más claros es el promover el crecimiento. De hecho, aunque la Fed siempre ha sido vigilante con la inflación, no tiene un objetivo oficial de estabilidad de precios.
Un panorama muy diferente en Europa
La incertidumbre sobre los tipos también planea sobre Europa, pero con un sesgo diferente al de EE UU. La decisión del Banco de Inglaterra de elevar por sorpresa el precio del dinero al 4,75% el jueves pasado hizo que cundiera el pánico. En la zona euro está descontada otra alza en octubre, hasta el 3,25%. Pero la propia entidad ha sugerido ya que podría ir más lejos de lo que están esperando los inversores.