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Autopistas

Abertis busca el apoyo de Prodi en la fusión con Autostrade

La unión de Abertis y la italiana Autostrade para crear el primer grupo mundial de autopistas peligra seriamente. Una de las vías que intentarán ACS y La Caixa, principales accionistas de la concesionaria, es buscar un apoyo directo para la operación del presidente italiano, Romano Prodi, la 'cara amable' del Gobierno y antiguo defensor de las uniones transfronterizas. En cualquier caso, se imponen más concesiones.

La célula de crisis de Abertis rueda ya con urgencia. Aunque el primer grupo de autopistas español oficialmente quita hierro al veto que Italia desveló el viernes a la absorción de Autostrade, internamente se prepara para una dura contienda con el Ejecutivo de Prodi. Su esperanza es tantear junto a la empresa italiana el respaldo del presidente ya que, según la visión de Abertis, siempre ha reflejado la postura menos dura en el Gobierno.

Como ya dijo el consejero delegado de Abertis, Salvador Alemany, recientemente a Bloomberg, él no cree que Prodi vaya bloquear la fusión. El grupo controlado por ACS y La Caixa (con un 24,83% y un 23,99%, respectivamente) confía en que no se contradiga con lo que propugnó cuando era presidente de la Comisión Europea.

Sin embargo, la realidad es que hasta ahora oficialmente manda la postura del ministro de Infraestructuras, Antonio di Pietro, principal azote opositor que ha logrado llevar a su terreno también al ministro de Economía, Tommaso Padoa. Ambos firmaron el comunicado que el viernes recibió el regulador de las concesionarias (Anas), con el que éste también respalda su no.

La UE examinará el no italiano

Aunque todavía debería haber en un decreto interministerial, según Abertis, lo cierto es que el tiempo apremia. Quedan algo más de dos meses para convencer al Gobierno italiano. ACS y La Caixa aprobaron la fusión de acuerdo con la familia Benetton, el pasado 23 de abril, en plena ausencia de poderes del Ejecutivo italiano por las elecciones. Y ahora pasa factura. El 30 de junio las juntas de accionistas de Abertis y Autostrade aprobaron el esquema básico de la fusión.

De momento, está previsto que la cúpula de Abertis viaje esta semana a Roma para aclarar los motivos del veto, según fuentes de la compañía, que no recibió comunicación oficial del no italiano hasta un día después.

La razón oficial para rechazar la creación de un gigante de autopistas de unos 25.000 millones de euros ha sido que la presencia de ACS, que será el primer accionista con un 12,5% en la fusionada, 'no se ajusta a la normativa'. Di Pietro ha esgrimido con insistencia un decreto de 1997 que impide la presencia de constructoras en el capital de Autostrade. Abertis alega que venció en 2000. El ex juez, por su parte, dijo a La Repubblica que 'para mí, la cuestión está cerrada'. A su juicio, o hay 'una nueva propuesta', o 'cambia la ley', aunque lo último no parece factible.

La Unión Europea, que aún no ha aprobado la fusión, examinará las razones del no italiano, según este diario.

En este escenario, todo apunta a que ACS y La Caixa tendrán que hacer nuevas concesiones. No quieren mover el reparto del accionariado (30% español, versus 28% italiano), pero ésa es la clave. También tendrán que dar más garantías de que ACS concurrirá 'con transparencia' y sin posición preferente en las licitaciones italianas de obras.

Jaque a la expansión de ACS fuera

El fracaso de la absorción de Autostrade por Abertis no sólo daña a esta última. El perjuicio alcanza a ACS, cuya estrella va perdiendo luz al lado de competidoras como Ferrovial, que en cuanto integre el primer grupo mundial de aeropuertos comprado, BAA, le superará en tamaño y peso internacional.Esta expansión exterior se está convirtiendo en una asignatura pendiente para el, de momento, primer grupo español de construcción y servicios. No lo es ya para el también rival FCC, gracias a su reciente oleada de compras en Reino Unido y Europa central y del Este. Y en menor medida lo es para Sacyr, que está probando suerte con la tercera constructora francesa. Mientras, los grandes movimientos de la compañía que preside Florentino Pérez apuntan sólo al territorio nacional y a la energía, como son la compra del 35% de Unión Fenosa y un eventual interés por Cepsa que no ha confirmado.La fusión de su participada Abertis representa la oportunidad de convertirse en un gran grupo europeo, líder mundial de autopistas. ACS sería primer accionista de la fusionada y Florentino Pérez, uno de los vicepresidentes. Pero esta nueva Abertis, hoy por hoy, está en el aire.

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