El BCE acelera las subidas y eleva los tipos de interés al 3%
Desde que abandonó la política de tipos de interés intactos en el 2%, el Banco Central Europeo ha venido reiterando dos mensajes. El primero, que los precios pueden descontrolarse por las subidas del crudo. El segundo, que la institución está continuamente vigilando la economía para que esto no suceda. Y para que los dos queden claros, el BCE ha elevado hoy otros 25 puntos básicos el llamado precio del dinero, con una novedad: en vez de hacerlo a los tres meses de la última subida, lo ha hecho sólo dos meses después.
El objetivo declarado de esta subida hasta el 3%, que los mercados ya daban por descontada desde la última reunión del consejo de gobierno del BCE, es contener la inflación de la zona euro, que está en el 2,5% (el 4% en España).
En la rueda de prensa posterior a la reunión, Trichet aseguró que los tipos de interés continúan bajos en términos reales y nominales. El presidente de la entidad agregó también que, al actuar hoy, "a tiempo", el órgano ejecutivo del BCE contribuye a "anclar las expectativas de inflación a medio y largo plazo a niveles acordes con la estabilidad de precios", con lo que apoya el crecimiento sostenible de la economía del área y la creación de empleo.
Trichet incidió en que la decisión del banco refleja que prevalecen los riesgos al alza para la estabilidad de precios a medio plazo, sobre todo por el encarecimiento de los precios de la energía y por la gran expansión de la masa monetaria en la zona.
La reunión de hoy ha tenido sin embargo un componente especial. El Banco Central ha querido romper con una costumbre implantada desde su fundación, ya que este encuentro solía consistir en una teleconferencia a la que los miembros del emisor del euro solían ¢asistir¢ desde sus respectivos lugares de veraneo.
Mensaje claro a empresas y consumidores
Tanto la sesión como la posterior rueda de prensa de Trichet se han producido este año en la sede del BCE en la ciudad alemana de Francfort, para ¢deliberar con mayor intensidad y profundidad¢, en palabras del gobernador, sobre la conveniencia de una nueva alza de tipos.
Esta escenificación, sumada a la aceleración del ritmo de subidas (un cuarto de punto porcentual cada dos meses, en lugar de cada tres, como venía haciendo), se interpreta como un intento del Banco por dejar claro a familias y empresas que el emisor es capaz de frenar el recalentamiento monetario.
Y pese a los temores de quienes aseguran que estas subidas amenazan con romper la frágil recuperación en la que está embarcada la eurozona, el BCE sigue con ellas las recomendaciones del Fondo Monetario Internacional, aunque apenas modera la liquidez del sistema (la masa monetaria en circulación M3 frenó su crecimiento del 8,8% al 8,5% interanual en junio). Y así, y tras dos revisiones más, hasta alcanzar los 3,5 puntos al terminar el año, según las previsiones más extendidas.