La falta de acuerdo da al traste con la ronda comercial de Doha
La ronda de Doha de la Organización Mundial del Comercio, que busca liberalizar los intercambios agrícolas, industriales y de servicios, quedó ayer herida de muerte tras el enésimo fracaso negociador. El director general de la OMC, Pascal Lamy, descartó cualquier acuerdo este año.
La paciencia de Lamy quedó ayer colmada. Los ministros del G-6 (EE UU, UE, Brasil, India, Australia y Japón, que representan los principales intereses en juego) se enrocaron en sus posturas en la enésima reunión en Ginebra y fueron incapaces de pactar siquiera las condiciones para seguir negociando. Lamy, infatigable buscador del acuerdo multilateral, dijo basta y resumió la situación sin ambages: 'Sin duda, incumpliremos el mandato de concluir la ronda este año. Hoy no hay ganadores y perdedores. Sólo hay perdedores'.
El ministro brasileño de Exteriores, Celso Amorim, reconoció que 'se trata de un serio contratiempo', y el titular de Comercio de India, Kamal Nath, afirmó que la suspensión puede durar meses o años. La Ronda de Doha de la OMC, que desde 2001 busca liberalizar el comercio mundial de productos agrícolas, industriales y de servicios, queda bloqueada por un periodo indeterminado, pero que será largo.
El objetivo era cerrar un acuerdo a finales de año o principios de 2007, porque después finaliza el mandato negociador otorgado por el Congreso de EE UU a su presidente George Bush. Sin dicho mandato, cualquier acuerdo sería revisado por las cámaras de la mayor potencia económica, dificultando su adopción real. El objetivo queda ahora más que lejano, por lo que es probable que se tarde varios años en alcanzar un acuerdo.
El fracaso de Doha supondría la pérdida de unos 800.000 millones de dólares, el impacto que, según el Banco Mundial, tendría la liberalización comercial proyectada. Las grandes potencias se culpan del fracaso: a la Unión Europea se le achaca que no elimine los subsidios agrícolas; a Estados Unidos, lo propio con las ayudas a la exportación; y al G-20 (países emergentes, entre ellos China, Brasil e India), que no reduzca los aranceles industriales.
El comisario europeo de Comercio, Peter Mandelson, acusó a EE UU de pretender recuperar 'dólar por dólar' sus concesiones agrícolas. El negociador indio Nath afirmó que Washington fue el único miembro del G-6 que no mejoró ayer su oferta. Su homóloga de EE UU, Susan Schwab, justificó su postura porque 'no había ofertas en la mesa que pudiéramos haber recomendado al presidente o al Congreso'.
La ruptura da la puntilla al pacto de Hong Kong
El desencuentro de ayer echa por tierra el preacuerdo logrado por los ministros de Comercio en la reunión de diciembre en Hong Kong. Allí se pactó, entre otras cosas, que Europa eliminaría en 2013 los subsidios a sus agricultores, a la vez que se pedía a los países ricos que aceleraran los recortes arancelarios en todos los sectores. Las negociaciones de los últimos meses en Ginebra, ahora suspendidas, buscaban 'poner números' a aquellos compromisos, aunque su cumplimiento estaba condicionado a concesiones similares de Estados Unidos y al avance en el desarme arancelario de los países en desarrollo. La falta de acuerdo se ha llevado por delante lo pactado en Hong Kong, incluyendo una medida poco polémica: la eliminación total de barreras a los productos no armamentísticos de los países más pobres.