Bancaja lanza una hipoteca que permite aplazar 40 años el pago de todo el capital
El elevado precio de la vivienda no ha de ser un obstáculo para su compra, al menos si se es joven y se está dispuesto a pagar intereses más altos de la cuenta durante varias décadas. Bancaja da la opción a los clientes menores de 35 años de contratar un préstamo hipotecario con 40 años de carencia, sin duda el plazo más largo del mercado, por delante de los 30 años de carencia que ofrece Banco Gallego. 'Paga cuando quieras' es el eslogan elegido por Bancaja. Cuatro décadas para pagar sólo intereses por el crédito y devolver el capital al final, aunque con un tipo de interés más alto del habitual.
La caja reconoce que el sobrecoste financiero para el cliente que opta por esta modalidad es de un diferencial de 20 puntos básicos sobre el tipo de interés que se aplica habitualmente. Esos 40 años de dolce vita, con una cuota mensual que se limita a los intereses, estarían penalizados con un tipo de interés que podría llegar por tanto a un máximo del euribor más 1,20 puntos, partiendo de la base de que el tipo de interés estándar de las hipotecas de Bancaja es de un diferencial de un punto. 'Los tipos de interés son negociables', explicó ayer en rueda de prensa Sebastián Ruiz, director de marketing de Bancaja.
La entidad ofrece una rebaja en el precio de sus hipotecas en función del grado de vinculación del cliente, que puede llegar a un máximo de 30 puntos básicos de descuento en el diferencial si se domicilia la nómina y se contrata seguro de vida y plan de pensiones. 'Lo que le importa a la gente es la cuota que le queda cada mes', afirma Ruiz. Así, además de la opción de 40 años de carencia para los clientes más jóvenes, Bancaja ofrece para el conjunto de su clientela un periodo de carencia de 5 años, a lo que se añade la opción de amortizar al vencimiento del crédito hasta el 30% del capital, a un plazo máximo de 40 años, desde los 30 años de las ofertas anteriores de la caja valenciana. Como máximo, la total amortización del crédito no debe sorprender al cliente con más de 75 años.