Las constructoras pujan por su cuarta autopista en Irlanda
Irlanda se ha convertido en el segundo mercado europeo que más posibilidades da a las constructoras españolas para ganar autopistas. Ya han ganado tres. Ahora se abre la pugna por uno de los principales proyectos del plan nacional, que requiere una inversión de 400 millones y conectará Dublín con el suroeste del país. Las cinco del Ibex (ACS, Ferrovial a través de Cintra, FCC con Sacyr y Acciona) ultiman la oferta.
El próximo miércoles 19 acaba el plazo para presentar oferta por la segunda mayor autopista que ha sacado a concurso hasta ahora el Gobierno de Irlanda. Todas las grandes, salvo OHL, tienen interés en pujar por el proyecto M-7 Portlaoise-Castletown / M 8 Portlaloise-Cullahill, que prolongará la actual M 7 desde la capital irlandesa hacia el suroeste, hasta la segunda y la cuarta ciudad del país, Cork y Limerick, respectivamente.
Esta autopista, que tendrá 41 kilómetros, 15 de carreteras de servicio y unos tres de kilómetros de acceso, presenta el atractivo de crear uno de los corredores principales del país. Esto abre buenas perspectivas de negocio para las constructoras españolas, que buscan reforzar al máximo su negocio de infraestructuras. Pero el gancho más importante es que no se trata sólo de construir la autopista, sino de gestionarla. Se adjudica bajo el sistema de concesión por el que tendrán que diseñar, construir, financiar y explotar la vía de peaje.
La huella de las constructoras españolas, que copan el ranking mundial de concesiones de infraestructuras, es patente. De los cinco consorcios que pujarán, cuatro son españoles. FCC y su competidora Sacyr Vallehermoso se han unido en un consorcio en el que FCC Construcción tiene el 45%, Itinere (filial de autopistas de Sacyr), otro 45% y la local PJ Hegarty, el 10% restante. Ambas compañías quieren potenciar su división de autopistas. De hecho, para FCC ganar esta concesión significaría dar más peso internacional al holding de infraestructuras que va a crear con Caja Madrid. Mientras, ACS, a través de su filial Dragados, acude de la mano de sus socios tradicionales en Irlanda, la constructora escocesa Ascon y la británica NTR en el consorcio Celtic Roads. Acciona, por su parte, forma grupo con la constructora portuguesa Mota y el banco luso Espírito Santo. El único competidor no español es la alemana Strabag, aliada a la británica Mowlem.
Dos jugosos proyectos pendientes
Irlanda es, tras Grecia, el mercado europeo que más oportunidades de expansión presenta para las compañías españolas. La National Roads Authority ha adjudicado tres autopistas del plan nacional de 2001 a grupos españoles. ACS ganó la Dundalk Western Bypass, con una inversión de 150 millones. Ya está en servicio y le proporcionará unos 800 millones en 30 años de concesión.
Cintra (filial de autopistas de Ferrovial), por su parte, tiene dos. Se adjudicó la N-4 / N-6 entre Kinnegad y Kilkock, que inauguró con diez meses de adelanto el pasado diciembre tras invertir 328 millones. Gracias a esta primera adjudicación, la filial constructora Ferrovial Agroman se ha convertido en una de las primeras constructoras extranjeras. Irlanda pesa el 7% en su cartera exterior. Además, Cintra ha sido seleccionada como ganadora provisional de la M-3 (Clonee-norte de Kells), con una inversión de unos 600 millones.
Quedan aún pendientes dos jugosos proyectos. ACS, FCC, Sacyr y Cintra están precalificados para la ampliación de la M-50 de Dublín y en la N6 (Galway-East Ballisnaloe), que cuenta con más de 400 millones de presupuesto.
Contrato latino con Veolia
Pese a su ruptura hace dos años, cuando el grupo francés Veolia abandonó el capital de FCC como segundo accionista, ambas compañías mantienen viva su filial conjunta latinoamericana Proactiva. Acaba de sumar otro contrato a esta división de servicios medioambientales tras adjudicarse el saneamiento urbano de Tuxtla-Gutiérrez, ciudad del Estado de Chiapas (México) y sus municipios adyacentes por un plazo de 20 años. El importe asciende a 90,8 millones, según los datos suministrados por FCC en el boletín enviado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV).El contrato lo ejecutará la filial Servicios de Tecnología Ambiental, controlada en un 90% por Proactiva. Atenderá a medio millón de ciudadanos, a los que prestará servicio de recogida de residuos sólidos urbanos y barrido mecánico. Además, construirá una planta de transferencia, otra de reciclado y clausurará el vertedero actual.