El Gobierno ayudará con 30 millones a África para frenar la inmigración ilegal
La primera conferencia euro-africana sobre migración y desarrollo, impulsada por España y Marruecos, comenzó ayer en Rabat con la presencia de 57 países europeos y africanos. El ministro de Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, anunció una ayuda de 30 millones de euros para proyectos de desarrollo en países africanos y les pidió colaboración para frenar la inmigración ilegal.
La ecuación es simple: si África consigue salir del subdesarrollo, se reducirá la inmigración ilegal que amenaza, según el ministro francés de Interior, Nicolas Sarkozy, con 'desestabilizar' Europa. 'El fracaso de África hoy sería el desastre de la Europa de mañana', sentenció el político francés.
España, por ser la puerta de Europa, es el país que más empeño ha puesto para involucrar a la Unión Europea en la lucha contra la inmigración ilegal. Según la Interpol, cada año llegan unos 500.000 inmigrantes de forma ilegal a Europa. En España, la Secretaria de Estado de Inmigración, calculó en 13.000 el número de inmigrantes que llegaron durante este año a las costa española procedentes de África.
El interés español en el éxito de la Conferencia explica la importante delegación que ha mandado a Rabat: aparte de Moratinos, acudieron el ministro de Interior, Alberto Pérez Rubalcaba, el de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, y los secretarios de Estado de Asuntos Exteriores, Bernardino León, y de Cooperación Internacional, Leire Pajín.
España es el primer país que adquiere compromisos firmes en el marco de la Conferencia que concluirá mañana. De los 30 millones de ayuda anunciados por Moratinos, como mínimo 20 se destinarán a las actuaciones que se acuerden en la Conferencia. La ayuda se gestionará desde la Asociación de Infraestructuras UE-África. Moratinos avanzó que España quiere 'relanzar' los fondos de microcrédito y estaría dispuesta a contribuir con 10 millones de euros para iniciar el proyecto. Aparte de la ayuda económica, el ministro hizo especial hincapié en la cooperación entre España y los países africanos para el retorno de los inmigrantes irregulares a sus países de origen. Moratinos apostó por una inmigración 'de carácter temporal'.
Alfredo Pérez Rubalcaba y su homólogo francés coincidieron en señalar la incapacidad de Europa para hacer frente a una llegada 'masiva y desordenada' de inmigrantes. Ambos pidieron la colaboración de los países africanos.
Rubalcaba destacó la labor de Marruecos en la lucha contra la inmigración irregular. Actualmente, las relaciones entre España y Marruecos son excelentes, tras el periodo de tensión que se vivió durante la última legislatura de José María Aznar. La secretaria de Estado de Inmigración, Consuelo Rumí, recordó la semana pasada que la cooperación entre ambos países ha permitido reducir el número de pateras en un 50% durante los primeros seis meses de 2006.
El ministro de Interior también alabó el esfuerzo de Mauritania y Senegal para poner en práctica los acuerdos de readmisión de inmigrantes, que son 'enormemente impopulares' en los países africanos.
Tras el aumento del control marítimo en Marruecos, la mayoría de inmigrantes -11.155 en lo que va de año, según la delegación española en Rabat- salen de Mauritania con destino a Canarias. La comisaria europea de Relaciones Internacionales, Benita Ferrero-Waldner anunció ayer en Rabat que la Comisión Europea sufragará hasta febrero de 2007 con 2,45 millones de euros los costes de las cuatro patrulleras que España entregó a Mauritania.
Auge de la xenofobia
'La apertura general de las fronteras de Europa provocaría el riesgo del acceso al poder de partidos extremistas y xenófobos'. Este fue uno de los argumentos que esgrimió el primer ministro francés, Nicolas Sarkozy, para defender el control fronterizo en África. Sin embargo, el propio Sarkozy ha sido acusado de xenófobo por relacionar inmigración y delincuencia y por ser el ideólogo de la nueva ley de extranjería que endurece la entrada de inmigrantes.