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Internet

Lycos exige a Lycos Europa cantidades millonarias o le retirará la marca

Una vez fueron miembros de una misma familia y ahora se culpan mutuamente de rupturas de contrato o de demandas imaginarias. Lycos Europa pidió más flexibilidad a Lycos para usar la marca una vez que la empresa estadounidense salió de la órbita de Telefónica, y ahora se ha encontrado con que ésta le reclama cantidades millonarias por violar acuerdos si no quiere quedarse sin nombre.

Lycos y Lycos Europa nunca han tenido problemas de convivencia porque formaban parte de un mismo grupo, primero independiente y luego propiedad de Telefónica, pero unidas al fin y al cabo. En el verano de 2004 la situación cambió. Telefónica rompió la unidad al vender una de ellas y quedarse con la otra. Lycos y los activos americanos de la firma de internet fueron a parar a manos de la coreana Daum. Lycos Europa pasó a depender directamente de Telefónica, que tiene un 32% y la comparte con otro socio de control, la alemana Bertelsmann.

La ruptura se hizo con cierto cuidado. Durante el desmembramiento, las dos Lycos llegaron a un principio de acuerdo sobre la cesión de la marca y determinada tecnología, y comenzaron las negociaciones para llegar al pacto definitivo.

Nunca se ha firmado. El principio de acuerdo se ha quedado en eso, sólo un principio, y el desenlace promete no parecerse en nada a lo previsto inicialmente, por lo menos por Lycos Europa. Y es que mientras las negociaciones seguían su curso, Lycos se ha desmarcado. La compañía estadounidense exige a su antigua hermana de grupo 'una considerable compensación económica', según ha reconocido Lycos Europa. ¿La razón que esgrime la demandante? 'Incumplimientos del acuerdo de cesión desde el año 2000'.

La posición de Lycos ha ido incluso más allá. Está dispuesta a negociar, pero si no llega a un acuerdo con la compañía europea en materia monetaria 'está preparada para terminar el acuerdo de cesión' de la marca y determinada tecnología. Es decir, si Lycos Europa no paga, perderá el nombre.

Desmentido tajante

La parte europea de lo que en su día fue un todo no está dispuesta a aceptar el ultimátum. 'Las acusaciones y demandas han supuesto una sorpresa para nosotros', afirma. También explica su posición. 'Lycos Europa desmiente tajantemente que Lycos tenga derecho alguno a poner término al acuerdo perpetuo de cesión basándose en supuestas rupturas'. Y, por último, defiende su posición, puesto que cree 'firmemente' que no 'tiene obligación alguna de pagar ninguna cantidad por los daños provocados por pasados incumplimientos, si es que han existido'.

Pero la demandada está condenada a entenderse con su antigua matriz, porque sigue necesitando que el acuerdo de uso del nombre Lycos y de la tecnología se extienda y se flexibilice. Ahora que el grupo se ha desmembrado, la compañía europea no quiere seguir sujeta a los dictados de una extraña, que puede llegar a coartar su desarrollo.

Tampoco está dispuesta a perder su nombre, uno de los más antiguos y veteranos en el mundo de internet. Es verdad que ninguna de las dos Lycos son lo que eran durante la burbuja tecnológica, pero aun así su marca tiene reconocimiento y valor en el mercado.

Por ello, las negociaciones siguen y Lycos Europa no ha roto la baraja. El desenlace se desconoce, pero las conversaciones para llegar a un fin se están desarrollando 'cara a cara'.

La universidad, el tercero en discordia

Por mucho que discutan Lycos y Lycos Europa sobre los derechos de la marca, lo cierto es que el nombre no es propiedad de ninguno de ellos. La dueña es nada menos que una institución docente de Estados Unidos, la Universidad Carnegie-Mellon. Ella tiene el registro de la marca; Lycos posee un acuerdo con ella para su uso con casi entera libertad, y Lycos Europa tiene a su vez un pacto con su antigua matriz para utilizar el nombre en el Viejo Continente, pero con algunas delimitaciones.A primera vista, sin embargo, hay pocas diferencias entre la marca que usa una y otra e, incluso, entre los logos. Las letras son prácticamente iguales y las dos recurren a la imagen de un perro para complementarlas. Eso sí, el de Lycos Europa se ve más de frente, mientras que el de Lycos está totalmente de perfil y tiene un tinte menos realista.Pero detrás de esta similitud hay múltiples diferencias, que Lycos Europa tendrá que subsanar si quiere seguir operando como hacía hasta ahora.

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