Yell mantendrá al actual equipo gestor de TPI y descarta grandes despidos
Palabras tranquilizadoras del consejero delegado de Yell, John Condron, el día después de que su compañía se hiciera con el control de TPI. Se mantendrá al actual equipo gestor y no habrá grandes despidos, aunque no se descarta la venta de Brasil y la renuncia a entrar en el mercado francés.
No es la primera visita de Condron a Madrid. El consejero delegado de la editora británica de guías Yell estuvo en la capital muchas veces para negociar con Telefónica la compra de TPI y conocer todos los detalles de la filial durante el proceso de subasta. Ayer era diferente. Volvió por primera vez como dueño de TPI. La opa no ha terminado -el periodo de aceptación se extiende hasta el día 24-, pero Telefónica vendió el martes sus títulos. Por tanto, Yell tiene el 59,9% y el control de TPI.
Las palabras del nuevo propietario fueron tranquilizadoras. Primero, hacia los gestores. 'TPI será gestionada por un equipo español', aseguró, en un encuentro con periodistas, 'creemos firmemente, y no son meras palabras, en la gestión local'. Así lo han hecho en Estados Unidos, explicó, donde han comprado varias firmas y ninguna de ellas tiene ejecutivos de Reino Unido, la sede de Yell.
La sorpresa se produjo cuando Condron siguió su explicación y afirmó que Javier Aguilera -actual presidente de TPI- y su equipo 'van a mantener las responsabilidades ejecutivas' cuando la opa concluya y además durante un periodo indefinido. Aguilera, sentado al lado de Condron, lo corroboró y se comprometió a seguir en TPI sin plazo y sin ninguna alusión a que fuera de forma transitoria.
'La totalidad del equipo directivo está comprometido con el proyecto y con seguir dando los buenos resultados que hemos tenido hasta ahora. El equipo no tiene fisuras en términos de continuidad', explicó Aguilera.
¿Hasta cuándo este compromiso? 'El éxito es garantía de longevidad', sentenció Condron. Es decir, mientras los resultados sean positivos.
Las palabras de Condron llaman la atención si se recuerdan sus primeras declaraciones tras el acuerdo con Telefónica para comprar TPI. Ayer, sin embargo, las matizó. 'Hubo una mala interpretación', explicó. 'Lo que dije fue que el equipo gestor ejecutó la estrategia muy bien. Con lo que no estoy de acuerdo es con esa estrategia. Pero esa política es la que nos ha dado la oportunidad de hacernos con TPI'.
En cualquier caso, un grupo reducido de expertos de Yell desembarcará pronto en España para ayudar y asesorar a los directivos locales. Será un contingente de apoyo para explicar la nueva estrategia y los objetivos que se esperan de ellos, pero sin funciones ejecutivas.
Más allá del equipo directivo, Yell también cuenta con el resto de la plantilla, unos 3.000 trabajadores. 'Compramos TPI porque pensamos que era una oportunidad de crecimiento y eso es lo que vamos a hacer. Históricamente nos hemos dedicado a construir negocios, no a reducir costes o destruirlos'. Condron, sin embargo, no se atrevió a afirmar que no habría ningún despido. 'Habrá cambios de algún cometido y no se puede descartar que vaya a haber algún despido en términos puntuales, pero en Estados Unidos y en Reino Unido lo que hemos hecho es crear empleo'.
El ejecutivo británico hizo mucho hincapié en el potencial de desarrollo que tiene el negocio de la edición de guías en papel, una actividad que TPI consideraba condenada a perder peso. La nueva política de Yell pasará por aumentar la penetración y el número de clientes, y lo mismo hará con los productos de internet. No se refirió a los números de atención telefónica, pero cuando fue preguntado por ello lo calificó como un buen negocio. Sin embargo, rehusó confirmar la entrada en el mercado francés con este negocio y descartó que Yell vaya a comprar la filial de páginas amarillas de France Télécom.
Sí fue rotundo, en cambio, con las filiales latinoamericanas. 'No están en venta', aseguró. Tampoco lo está la de Brasil, aunque este caso se estudiará y se decidirá cuando se concluya la opa y se analicen los negocios.
La británica descarta mejorar el precio de la opa
El objetivo de Yell es controlar la totalidad de TPI y excluirla de Bolsa. Además, la firma considera que el precio pagado es bueno, así que 'no entendería que los accionistas no vendieran', explicó Condron. Ahora bien, si alguno no lo hace se respetarán sus derechos, pero Yell quiere dejar claro que no habrá una mejora del precio de la oferta. 'Ya tenemos el control con el 59,9% que nos ha vendido Telefónica. Si el resto de los accionistas quiere acudir, bien, si no, están en su derecho. Lo que es definitivo es que no habrá más opas. æpermil;sta es la oferta final', añadió.En total, son cerca de medio millón los accionistas de TPI y el problema es dar con los minoritarios españoles y comunicarles que hay una opa en curso. La buena noticia para Yell es que sólo un 13,2% del capital está en sus manos. El resto es institucional.