Puma se cuela en la lucha entre Adidas y Nike en el Mundial
Los tres principales proveedores llegan a las semifinales y esperan aumentar su facturación
Falta poco para la gran final del domingo. Italia espera a su rival, que se decidirá esta noche entre Francia y Portugal. Pero la semifinal de ayer entre la squadra azzurra y la anfitriona, Alemania, tenía también otra dimensión. Cada partido parece tener su contenido particular. Portugal-Angola no fue un simple partido de una selección contra otra. Era el de la metrópolis contra la antigua colonia. España-Francia era la juventud contra la madurez -a posteriori redefinida como experiencia-. El de ayer era el de dos hermanos enemigos: Adolf y Rudolf Dassler, fundadores respectivamente de Adidas y Puma.
La empresa de Rudolf Dassler ha entrado con fuerza este año en la lucha entre proveedores de las selecciones durante el mundial, que enfrenta tradicionalmente a Adidas con Nike. Sorprendentemente, en esta ocasión la compañía simbolizada por el felino -con una cuota de mercado en artículos futbolísticos del 7%, lejos del 32% de Nike y el 36% de Adidas- consiguió patrocinar a más equipos que sus competidores: 12 de las 32 selecciones en la primera fase.
Aunque a medida que ha avanzado la competición el porcentaje de equipos Puma ha ido disminuyendo (tres en octavos, Italia, Suiza y Ghana, y sólo Italia en cuartos), ha llegado a las semifinales en igualdad de condiciones con la multinacional Nike.
La empresa de las tres bandas prevé alcanzar este año una facturación de 1.200 millones de euros en artículos relacionados con el fútbol
Históricamente, el mayor proveedor es Adidas. Esta vez, sólo seis selecciones lucieron las tres bandas, entre ellas España, aunque dos de ellas llegaron a seminales -Alemania y Francia-. Nike llegó con el patrocinio a ocho equipos, entre ellos la favorita Brasil, que cayó para sorpresa de muchos ante Francia en cuartos, y a la selección semifinalista de Portugal.
Adidas reiteró el miércoles pasado que prevé alcanzar una facturación de 1.200 millones de euros en artículos de fútbol en 2006, la misma cifra que Nike quiere alcanzar gracias únicamente al mundial. La alemana calcula vender 3 millones de camisetas oficiales de los futbolistas -el doble que en 2002-, de los que la mitad serán de la selección anfitriona.
Además, Adidas juega con ventaja en la competición mundial: es patrocinador oficial del evento desde 1970. Equipa a árbitros y es proveedor del balón oficial. La empresa renovó el año pasado por 280 millones de euros su acuerdo con la FIFA hasta 2014. Este año prevé vender 15 millones de unidades del teamgeist (espíritu de equipo), el balón oficial de la competición que tanto gusta a los delanteros. La empresa ha firmado con la UEFA un contrato de patrocinio de la Eurocopa de 2008 en Austria y Suiza y suministrará hasta 2009 los balones oficiales de la Liga de Campeones.
Mientras Puma se va imponiendo en el Mundial, en Herzogenaurach, la pequeña ciudad bávara cuna de Puma y Adidas, la encarnizada lucha fraternal parece haberse suavizado. Cuentan sus habitantes que hasta la muerte de los hermanos en los años setenta los matrimonios entre familias Adidas y Puma (trabajadores de una y otra empresa) eran poco frecuentes. Símbolo de la normalización es el reciente fichaje por parte de Adidas de un nieto de Rudolf Dassler, fundador de Puma, como su asesor legal más importante. La pelea ahora es tan deportiva como una semifinal.