Laurenti 2002, un cabernet sauvignon almeriense
Además de Jerez o Montilla-Moriles en Andalucía existen zonas de producción vinícola en las que se están empezando a hacer tintos curiosos. Generalmente son comarcas pequeñas, con pocas bodegas, que se amparan con el marchamo de calidad Vinos de la Tierra (VT). Ya existen siete, tres de ellas en Almería, una tierra que casi puede considerarse exótica, vinícolamente hablando. Una de las últimas en incorporarse ha sido la de VT de la Ribera del Andarax, reconocida en 2003, una zona situada en Las Alpujarras que se extiende a lo largo de la vega del río Andarax. Esta comarca gozó de fama por el cultivo de la uva de mesa Ohanes que tímidamente se está reconvirtiendo en uvas para vinificar.
Aquí llegó en 1995 Verica Wissel, alemana radicada hace años en España, con la intención de hacer vinos. Compró una finca de 13 hectáreas en Enix (en la sierra de Gador, a 750 m. de altitud), plantó viñas y levantó una preciosa bodega respetuosa con el entorno. Su pequeña producción (20.000 botellas en total) se limita a los tintos, basados en cabernet sauvignon, syrah, merlot, garnacha y monastrell que cultiva en sus diez hectáreas de viñedo situadas en laderas y terrazas. En un primer momento sus elaboraciones iban a parar exclusivamente al mercado alemán, pero ahora sus vinos están comenzando a introducirse en el español. Produce dos coupages (Aristeo, con 20 meses de crianza, y Calidón, un joven roble), y en mayo ha salido un monovarietal de cabernet sauvignon, el Laurenti 2002, el vino de más alta gama de la bodega. Es un tinto de producción limitada, largas maceraciones y fermentación en madera, que ha permanecido 20 meses en barricas de roble francés. Muy cubierto de color, aromático, prevalecen los tonos de madera y fruta negra. En boca es cálido, de cuerpo medio, expresivo y con unos taninos aún por pulir. Mejorará en botella. Precio: 32 euros.