Cuando se odia al jefe demasiado
Mi esposa y yo observamos de manera regular incompetencia, tolerancia por la estúpida toma de decisiones y falta total de profesionalidad en las empresas donde trabajamos. ¿Por qué es tan difícil encontrar un gerente que se pueda respetar? -Eric Hoagberg, lllinois.
No es difícil. Pero requiere cierta forma de pensar. Cada semana, recibimos varios mensajes por correo electrónico similares al suyo. Por supuesto, las frases y los detalles son diferentes, pero la cuestión que subyace siempre es la misma: ¿Por qué soy yo la única persona en la compañía que advierte eso? Advertimos que hay días en que uno siente que todo el mundo alrededor suyo es inepto. Después de todo, las empresas están formadas por personas, y las personas pueden cometer errores, recompensar la mediocridad, jugar a la política y cometer pecados en materia de organización. Pero la perspectiva 'todos son idiotas, excepto yo', es peligrosa. Si no ¿cómo explica la próspera, creadora industria de los servicios financieros? ¿O el genio que impera en el campo de las ciencias de la vida?
Hay demasiadas empresas que tienen cotidianamente un buen desempeño, inventando, fabricando, vendiendo y distribuyendo millones de productos y servicios y ofreciendo miles de millones de dólares en ganancias, por cada gerente que es un incompetente total.
Le sugerimos que reflexione sobre su modo de pensar para explicar su sombría visión del mundo en que trabaja. Nos preguntamos si usted no será de esas personas que odian a los jefes, una categoría en la que pocos se declaran abiertamente.
Generalmente se consideran nobles víctimas que 'le dicen la verdad a los poderosos'. Olvide esa línea de pensamiento. Los que odian a sus jefes son una raza real. No importa donde trabajan: grandes corporaciones, pequeñas firmas propiedad de familias, sociedades, organizaciones sin fines de lucro, periódicos o agencias del gobierno. Aquellos que odian a sus jefes ingresan en cualquier relación de autoridad con un cinismo apenas controlado.
Y aunque las razones detrás de esa actitud pueden ser variadas, debido a la crianza, a la personalidad, a las inclinaciones políticas, los que odian a sus jefes están unificados en su incapacidad para ver el valor en cada persona por encima de ellos en una jerarquía.
Resulta interesante que los que odian a los jefes en alguna organización suelen encontrarse entre ellos. Y, una vez que forman una cantidad, se hacen bastante críticos. Pero, en lugar de usar su inteligencia para buscar nuevas ideas y mejorar la manera en que una tarea es realizada, los que odian a sus jefes se concentran en destacar todos los errores de la organización y en la incomprensible idiotez de los ejecutivos.
Por supuesto, debido a su inteligencia general, algunos de los que odian a sus jefes avanzan. Aunque de manera breve. Pero, con más frecuencia, la organización percibe esas malas vibraciones y los jefes responden de la misma manera, distanciándose de ellos, o haciendo algo peor.
Tal vez usted no es alguien que odia a su jefe. Pero la vasta naturaleza de su pregunta parece apuntar en esa dirección. Le sugerimos, por lo tanto, que se someta a una prueba. ¿Es posible realmente que cada jefe que haya encontrado tiene un problema?
¿O es un problema que usted podría arreglar simplemente con una mentalidad más abierta?