Las pastillas Juanola viajan a Europa
Farma Lepori comercializa la marca española en el mercado italiano
El sabor a regaliz es cada vez más apreciado en Europa. Especialmente en los países nórdicos. Por eso, las populares pastillas Juanola contra la tos y para suavizar la garganta cumplen este año su centenario con una segunda vida, tras varios años de lánguida presencia en las farmacias. Su actual propietario, la italiana Farma Lepori (del Grupo Angelini), ha activado un plan para revitalizar la marca en el mercado español, incrementando la comercialización fuera de las farmacias. Paralelamente, prevé relanzar las pastillas Juanola en el extranjero. Ya las ha introducido en Portugal e Italia, donde se comercializa en la mitad de las farmacias de este último país.
Precisamente, Farma Lepori celebra los primeros cien años de las históricas pastillas romboides, con el lanzamiento de nuevas presentaciones y sabores. De las tradicionales cajitas redondas, la empresa ha pasado a presentar caramelos, perlas balsámicas y chicles, que incorporan vitamina C. Incluso ha iniciado la comercialización de cajas en forma de rombo, emulando la presencia de la pastilla. En los próximos meses lanzará nuevos productos. El grupo italiano adquirió la marca en 1998 con el primer objetivo de vender las pastillas también fuera de las farmacias. Con todo, el director de marketing de Juanola, Javier Sánchez, aseguró que el principal canal de ventas sigue siendo las 20.000 farmacias existentes en España, 'por la gran tradición y conocimiento que existe entre los clientes'. Sánchez recuerda que las pastillas Juanola son una de las marcas más recordadas, con un conocimiento por parte del 82% de la población.
Las pastillas fueron creadas en 1906 por el farmacéutico Manel Juanola en su farmacia de la calle Montseny, instalada en el barrio de Gracia de Barcelona. Su hijo inició la producción industrial. Empezaron vendiéndose a granel, lo que provocaba que los niños iban directamente a pedir al farmacéutico la prescripción gratuita de las juanolas. Incluso los más espabilados se cambiaban de camisa y volvían a entrar en la botica para reincidir en su deseo, comentó Javier Sánchez. Más tarde, en 1912, pasaron a engrosar el listado de medicamentos, y en 1940 la familia catalana decidió trasladar la factoría a pocos metros, en la calle Martí, donde ha mantenido su funcionamiento hasta hace pocos meses.
Los planes de crecimiento han forzado a Farma Lepori ha abandonar las instalaciones de la Ciudad Condal, pero han mantenido la producción del producto en España. Ha construido una nueva factoría de 2.000 metros cuadrados en Sant Quirze del Vallès (Barcelona), con una inversión de tres millones de euros.
Las instalaciones permitirán absorber los crecimientos previstos para los próximos siete años, señaló Javier Sánchez. En principio, la compañía espera duplicar la capacidad de producción de la nueva fábrica, pasando de las 60 toneladas anuales de producto a las 120 toneladas. Las ventas alcanzaron los seis millones durante el ejercicio pasado. El objetivo para este año pasa por situar la facturación en los ocho millones y el plan a cuatro años contempla duplicar las ventas.
La diversificación lleva el producto a los estancos
Las pastillas ya no se consideran un medicamentos, por lo que pueden venderse en otros canales de distribución que no sea el farmacéutico. Por eso, Farma Lepori ha introducido la marca en quioscos, gasolineras y estancos. Precisamente, este último tipo de establecimientos compensan una pequeña parte de la caída de la venta de tabaco con la comercialización de las pastillas Juanola contra la tos. Por el momento, Farma Lepori se resiste a introducir estos productos en grandes superficies y otros canales de alimentación.El director de marketing, Javier Sánchez, indicó que los clientes de Juanola comprenden todas las franjas de edad, pero remarcó que la venta en gasolineras y estancos contribuye a 'rejuvenecer' la marca entre los más jóvenes.