El máximo ejecutivo de Credit Suisse descarta realizar grandes adquisiciones
Credit Suisse, el segundo mayor grupo financiero helvético, descarta acometer grandes compras. Su consejero delegado, el alemán Oswald Gruebel, quiere destinar los 7.600 millones de euros obtenidos con la venta de la aseguradora Winterthur a reforzar las tres áreas de referencia del grupo: banca privada, banca corporativa y gestión de activos.
Los planes de Gruebel, que se ha comprometido con los accionistas del grupo a incrementar los beneficios en un 40% hasta llegar a los 5.164 millones de euros en 2006, pasan por focalizar la actividad de Credit Suisse en negocio bancario tradicional. Sus predecesores en el cargo optaron por incursiones en otras áreas financieras como los derivados, la banca de inversión internacional y los seguros con resultados desastrosos en algunos casos.
'Cuando llegué a la entidad había mucha presión por parte de los accionistas y hay que cumplir', comenta Gruebel. 'Nuestra prioridad es conseguir que suba el precio de las acciones del grupo'.
Crecer en banca privada
Una de las áreas en que más confía el primer ejecutivo de la firma suiza es en banca privada. El objetivo marcado por Gruebel es que esta división aporte 2.940 millones de euros en los beneficios brutos de 2007, frente a los 2.538 del pasado ejercicio. Para llevarlo a cabo han fusionado cuatro bancos suizos que actuaban de forma independiente. Con el recorte de costes esperan aportar 63 millones anuales extras a los beneficios.
Si los planes salen bien, Gruebel confía en que el beneficio de Credit Suisse supere al de su rival nacional, UBS y al estadounidense Merrill Lynch. Hoy por hoy, el patrimonio que gestionan cada uno de ellos duplica al gestionado por Credit Suisse.
Otra de sus prioridades es atrapar a sus grandes rivales europeos en todas las áreas. Credit Suisse es el decimoséptimo banco del mundo por capitalización bursátil, por detrás de bancos más fácilmente adquiribles como el francés BNP Paribas y el Santander.