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Reforma

Trabajo pide que se refuerce la unidad de mercado en los convenios colectivos

El secretario general de Empleo, Valeriano Gómez, pidió ayer a patronal y sindicatos que, en la futura reforma de la negociación colectiva, no rompan la cohesión salarial y de condiciones laborales entre las comunidades porque 'España la necesita'.

La única reforma pendiente relacionada con el mercado laboral es la de la negociación colectiva. De momento, lo único que está claro es que esta reforma se negociará bilateralmente entre empresarios y sindicatos. El Gobierno quedará fuera, por expreso deseo de todas las partes.

Sin embargo, cuando aún ni siquiera se sabe la fecha en la que se iniciarán las negociaciones, desde el Ministerio de Trabajo ya se lanzan mensajes. Ayer, el secretario general de Empleo, Valeriano Gómez, pidió a la patronal y a los sindicatos que cuando se sienten a negociar la reforma de la negociación colectiva 'no desprecien los convenios sectoriales de ámbito nacional', debido a lo que aportan estos acuerdos colectivos en materia de cohesión entre comunidades autónomas, 'más en un país como España, necesitado de cohesión salarial y de condiciones laborales', explicó.

De esta forma reivindicó que patronal y sindicatos refuercen la unidad de mercado en el ámbito laboral a través de los convenios.

Además, lejos de animar a los interlocutores sociales a que negocien esta nueva reforma, Gómez advirtió que 'no deben esperarse grandes efectos' de futuros cambios en la negociación colectiva. De hecho, el responsable de Empleo, que intervino ayer en unas jornadas de Alta Gestión, consideró que el actual sistema 'no tiene mucho que envidiar a otros modelos de negociación colectiva' y que la futura reforma 'no será una panacea' ni servirá para resolver los males del mercado laboral español.

Claves de la negociación

Distintos dirigentes patronales han manifestado ya su intención de sentarse a negociar la reforma de los convenios 'en los próximos meses'. Los sindicatos tampoco lo descartan pero aún no hay nada concretado.

Se trataría de una reforma muy complicada, según sus protagonistas, que ya se ha intentado negociar en varias ocasiones, y nunca ha tenido el alcance previsto o ni siquiera se ha cerrado con acuerdo. Esto fue lo que ocurrió la última vez que patronal y sindicatos lo intentaron en 2001.

En aquella ocasión, ante la falta de consenso, el entonces ministro de Economía, Rodrigo Rato, quiso imponer su propia reforma pero los interlocutores sociales lograron frenarlo ofreciendo a cambio pactos anuales de negociación colectiva, que aún hoy siguen firmándose.

Fuentes patronales y sindicales coinciden en que 'la revolución pendiente' en esta materia es el cambio de estructuras de los convenios de forma que queden dos claros ámbitos de negociación: los convenios sectoriales de ámbito nacional y los convenios de empresa.

Sin embargo, la realidad es que más de la mitad de los trabajadores protegidos por la negociación colectiva tiene como convenio de referencia uno sectorial pero de ámbito provincial. Esto supone un escalón intermedio que, en muchos casos, dificulta y encarece las negociaciones. A pesar de ello, tanto la patronal como los sindicatos tienen estructuras negociadoras específicas con personas que se ocupan de negociar estos convenios provinciales dentro de sus organizadores, 'y es imposible acabar con ellas', dicen fuentes empresariales.

Un claro ejemplo del poder de los convenios provinciales es el caso del sector del metal, donde no hay un convenio sectorial nacional, sino acuerdos concretos en distintas materias, salvo en cuestiones salariales y de jornada, que únicamente se negocian en los convenios provinciales de dicho sector.

400.000 temporales pendientes del próximo contrato

El 15 de junio entraron en vigor los nuevos límites al encadenamiento de contratos temporales pactados en la última reforma laboral. La ley establece ahora que todo trabajador que tenga dos o más contratos temporales durante dos en un periodo de 30 meses, pasará de forma automática a ser un trabajador indefinido.Así, según las cifras del Ministerio de Trabajo, facilitadas ayer por el secretario general de Empleo, Valeriano Gómez, existen 400.000 personas que ya cumplen los requisitos para ser fijos. Sin embargo, el primer contrato que se contabilizará, a efectos de estos límites, será el vigente cuando entró en vigor de la ley. Así, este casi medio millón de temporales está pendiente de convertirse en fijos con el próximo contrato o de quedarse sin empleo si su empresa no les quiere hacer fijos. Gómez planteó también la necesidad de reformar el contrato de obra y servicio.

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