Taberner elaborará tinto de calidad en Jerez
El grupo Taberner, dedicado a la exportación de vinos y con participación en bodegas de brandy, ha iniciado una nueva aventura: la elaboración de vinos tintos de calidad en Jerez. Tras una inversión de 15 millones, la bodega Huerta de Albalá comercializará su primera cosecha a finales de año.
Jerez, tierra de vino blanco por excelencia, también es capaz de producir vinos tintos de altísima calidad. Así, por lo menos, lo cree el grupo empresarial Taberner, dedicado a la exportación de caldos (sobre todo, a Alemania) y con participación en otras sociedades como el brandy Rey Fernando de Castilla, donde posee el 25%.
El proyecto liderado por el empresario Vicente Taberner, un verdadero apasionado de los vinos, comenzó hace siete años con la compra de una finca de 91 hectáreas en Arcos de la Frontera (Cádiz). El segundo paso, ha sido la selección de cepas, un total de 225.000, que ocupan 75 hectáreas, con variedades típicas de vinos tintos: 60% de sirah, 20% merlot, 10% cabernet sauvignon y 10% tintilla de rota.
En 2003, se recogió la primera cosecha y comenzaron las pruebas de cata al mismo tiempo que se construía la bodega cuya obra finalizó el pasado año. En total, son 4.600 metros cuadrados en los que se albergan 1.600 barricas, todas de roble francés adquiridas en los mejores toneleros, según Vicente Taberner.
La inversión del proyecto ha superado los 15 millones de euros sin contar la adquisición de la finca, es decir, sólo en la plantación, construcción de la bodega, barricas y personal.
Ahora queda el paso definitivo: poner en el mercado la producción, algo que se hará a finales de este año a través del canal de restauración ('sólo para los de alta gama', comenta Taberner) y en las tiendas de gourmet. Huerta de Albalá sacará dos tipos de vinos, uno de muy alta calidad cuyo precio podría rondar los 70 a 90 euros por botella en los restaurantes y otro, más sencillo, que costará alrededor de 30 euros por unidad. Estos, lógicamente, no serán los precios a los que venderá la empresa, pero sí los que pagará el consumidor, según las previsiones de la compañía.
La idea es sacar al mercado entre 400.000 y 450.000 botellas de alta gama y unas 50.000 a 80.000 del vino más sencillo. Aunque es cierto que ya ha habido otras experiencias de tintos en la zona (Viña Lucía, Regantío Viejo, Barbadillo Gibalbín en 2005), el grupo empresarial asegura que nunca se ha apostado como ahora por un vino tinto de tanta calidad.
Competir con Ribera y Rioja
Vicente Taberner está convencido de que podrá competir con los mejores caldos de Rioja y Ribera del Duero porque lo importante 'no son las denominaciones de origen, sino la calidad del vino'. Y añade: 'Este es un negocio a muy largo plazo, en el que hay que mimar el producto y cuidar todos los detalles'.
Por eso, han seleccionado barricas de las tonelerías Mercier, François Frèrè y Demptos. Habrá unas 500 barricas que sólo vivirán dos años y luego se emplearán durante otros dos años más para el vino sencillo. Luego, se desecharán. Esto supone unos fuertes volúmenes de inversión con el fin de rotar estas barricas y mantener la producción en los niveles de exigencia que se presumen. En todo caso, la palabra definitiva la tendrá el consumidor.
Además, la compañía, que inaugurará mañana oficialmente sus instalaciones, ha creado un entorno al más puro estilo chateau. La idea es que en un futuro próximo se incluyan servicios de hostelería y restauración de alta gama.