EE UU espía transacciones bancarias internacionales desde los atentados del 11-S
Después del 11S, George Bush autorizó a las unidades de antiterrorismo a que monitorizaran informes de transacciones bancarias nacionales e internacionales de estadounidenses y residentes en el país. Todo ello fue hecho sin las otrora preceptivas cautelas judiciales.
Las autoridades aseguraron el viernes que el programa, que es similar al de las escuchas telefónicas sin garantía judicial, se hace solo para buscar a miembros de Al Qaeda y ha tenido éxito. Esta actividad de espionaje que está a cargo de la CIA y el Departamento del Tesoro, ha sido posible por el acceso que Washington ha tenido a Swift, una cooperativa de la banca que dirige transacciones de unos seis billones de dólares al día desde Bélgica.
Los ejecutivos de Swift y sus controladores, entre ellos el BCE, estaban al corriente de esta actividad y expresaron dudas sobre su continuidad en 2003. Entonces, estuvieron a punto de cancelarlo, pero los potenciales problemas de responsabilidad judicial y la mediación de Alan Greenspan, permitió su continuidad. El secretario del Tesoro, John Snow, lo definió el viernes como 'uno de los mejores productos de la democracia'.