Relevos y nuevas fusiones a la vista en las cajas andaluzas
Las aguas vuelven a correr revueltas en las cajas andaluzas, que deberán capear de nuevo los mismos conflictos de los últimos años. El Monte, la caja sevillana que ultima su fusión con San Fernando, busca un nuevo presidente en pleno proceso de integración y, por segunda vez desde 1999, se ha puesto en marcha una hoja de ruta para avanzar en el tortuoso camino de las uniones de entidades, que tampoco ahora serán del agrado de todos. Pese a los últimos intentos de Unicaja por lograr una fusión a tres bandas junto a las dos cajas sevillanas, el presidente Manuel Chaves ha impuesto su criterio de acelerar los planes iniciales respecto a las cajas sevillanas. En una segunda fase, se procedería a una integración con la entidad malagueña. Los dos espinosos asuntos -la salida de José María Bueno Lidón tras perder la confianza de la Junta, del PSOE y hasta del sindicato CC OO con el que cogobierna El Monte- y las futuras fusiones se han solapado en las últimas semanas, según señalan fuentes políticas.
Hace siete años, la Junta de Andalucía lanzó su proyecto de caja única y se enfrentó con ello a todas las entidades, salvo a la malagueña Unicaja, que auspiciaba la idea y que hubiera liderado la operación desde su privilegiada posición de mayor caja de la comunidad. De fondo, jugó la eterna pugna entre las capitales andaluzas, fuertemente identificadas cada una con sus cajas de referencia. Fracasado este intento y tras la grave crisis política que generó, Chaves se comprometió personalmente a impulsar la fusión de las dos cajas de Sevilla, una operación que los entonces presidentes de El Monte y San Fernando habían precipitado de forma defensiva y contra el criterio de la entonces consejera de Economía, Magdalena Álvarez, para evitar la absorción por parte de Unicaja.
La caja malagueña, por su parte, ha seguido desde entonces intentando desbaratar esta integración de las cajas sevillanas, que dará lugar a una nueva entidad del mismo tamaño que Unicaja. De esta forma, una eventual unión con Unicaja se haría ya entre iguales y de forma paritaria.
El Monte ha segregado su cartera industrial y ha creado una división inmobiliaria siguiendo las exigencias del Banco de España
Unicaja ha intentado una fusión con las cajas sevillanas, opción rechazada por Chaves. El Monte busca relevo a Bueno Lidón
En los últimos meses, según relatan fuentes cercanas a los afectados, Braulio Medel logró convencer a los presidentes de El Monte y San Fernando de que la Junta podría apoyar una fusión a tres bandas antes de culminarse la sevillana, dado que el consejero José Antonio Griñán veía inicialmente con buenos ojos esta operación. A cambio, se exploró la posibilidad de que Bueno Lidón y Luis Navarrete, que agotan sus mandatos a final de año, pudieran continuar en las cajas. De hecho, la Junta acaba de anunciar una reforma del reglamento de la Ley andaluza de Cajas que permite a los dos dirigentes aplazar la renovación de cargos hasta que culmine la fusión, aunque esta modificación persigue en el fondo que se acelere la integración de El Monte y San Fernando, excesivamente dilatada a juicio de la Junta.
Sin embargo, Chaves, que se llegó a reunir con los tres directivos, se ha negado a una fusión de las tres entidades y ha decidido precipitar la unión de las dos cajas sevillanas. Y, con ello, cumplir su promesa de construir una gran caja andaluza sobre los cimientos de una primera unión entre El Monte y San Fernando. La suma de Unicaja, sin embargo, se queda en la recámara como segundo gran paso en esta dirección.
Uno de los reproches que el PSOE y la Junta lanzan contra José María Bueno Lidón, cuyo relevo podría producirse incluso antes de que se apruebe la fusión con Caja San Fernando, es precisamente su escasa diligencia a la hora de culminar esta operación prioritaria para los socialistas a la vista de la cercanía de las elecciones municipales. Los consejos de las dos cajas prevén estudiar el proyecto el 30 de junio para aprobarlo a finales de septiembre, pero la Junta quiere acortar el plazo al máximo para que todo el proceso esté finalizado a primeros de 2007.
Pero hay más críticas a Bueno Lidón. También lo consideran responsable de no haber depurado el aparato de poder que el anterior presidente, Isidoro Beneroso, había establecido en la caja, manteniendo en la cúpula a directivos clave de aquella etapa como Alberto Alonso. Por último, se censura que las desinversiones inmobiliarias ordenadas por el Banco de España no se hayan acometida con firmeza y en menor plazo. En los últimos días, una nueva inspección del supervisor, que alertaba sobre nuevas operaciones inmobiliarias en El Monte, ha coincidido con otra llamada de atención del consejero de Economía sobre el excesivo riesgo contraído por de las cajas en este sector. Bueno Lidón, un ingeniero de reconocido prestigio y sin militancia política activa, parece seguir así los pasos de Beneroso, de carácter más político. Beneroso también fue defenestrado por los socialistas, que lo nombraron presidente tras un pacto con CC OO. Muestra del debilitamiento de la figura del presidente de El Monte es el progresivo acopio de poder por parte de la directora general María Luisa Lombardero, que ha ordenado la destitución de varios cargos de confianza de Bueno Lidón y ha acometido la reordenación de las inversiones que reclaman la Junta de Andalucía y el Banco de España.
En este sentido, la caja anunció ayer que separará la gestión de su cartera de empresas participadas para crear una división con las inversiones inmobiliarias, con lo que responderá a unas de las recomendaciones planteadas por el Banco de España acerca de que este sector requiere una 'dedicación exclusiva' de la entidad. Tras el cese del responsable del grupo de participadas, José Selfa, Lombardero asumirá la 'supervisión general' de esta área, según informan fuentes de la entidad. La administración de la sección será gestionada por Javier Fernández Sobrino y del resto de la cartera se encargará Pablo Cantalicio Pantoja.
De este modo, el grupo, formado por cerca de 200 empresas, se divide en dos 'buscando una mayor efectividad' y una mayor especialización a fin de 'gestionar esta situación de la mejor manera posible', en referencia al aviso del supervisor sobre el riesgo en construcción e inmobilario.
Desde la entidad, que celebró ayer su asamblea general, se indicó que la última inspección del Banco de España, adelantada por El Correo de Andalucía, trasladó a la comisión ejecutiva ciertas discrepancias sobre determinadas operaciones. La cuestión que 'más preocupa' al Banco de España son las desinversiones en el sector inmobiliario, donde 'el riesgo es más alto'.
El Monte, que el pasado año realizó desinversiones empresariales por valor de 175 millones, considera que va 'en el camino correcto'.