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Domingo Sugranyes

'La operación impulsará el beneficio por acción'

El ejecutivo confía en que la mayoría de los mutualistas se conviertan en accionistas del nuevo grupo, porque saldrán beneficiados

La conversión de la matriz de Mapfre en sociedad anónima y el abandono de su condición de mutualidad han acaparado esta semana la atención de medios, inversores y clientes de la compañía. La operación, que se ha gestado en tres años -el tiempo que ha llevado a los máximos ejecutivos analizar los detalles y la viabilidad del movimiento- permitirá al grupo captar fondos para seguir creciendo. Domingo Sugranyes (Friburgo, 1945), uno de los más altos responsables de la Corporación y con una larga trayectoria dentro de la empresa (ha desempeñado diversos cargos) no esconde el optimismo con el que se enfrenta a esta nueva etapa. Mientras se conocen los detalles relativos al canje de acciones y a la valoración de la nueva empresa, Corporación Mapfre -cotizada en Bolsa- podría entrar a formar parte del Ibex en la próxima revisión del índice.

Una de las primeras medidas anunciadas es que los actuales accionistas de la Corporación (que tienen el 45% a través de la Bolsa) no tendrán derecho de suscripción preferente en la ampliación de capital que realice la nueva sociedad Cartera Mapfre. ¿Qué diría a estos accionistas?

Creo que los que nos sigan acompañando tendrán una participación más equilibrada del negocio, mayor estabilidad de resultados y un mayor recorrido en Bolsa. La aportación del negocio de automóviles en España a Mapfre, SA, dará una ventaja estructural a la cuenta de resultados, ya que cuenta con una diferencia de costes respecto a la media del mercado de entre cuatro y cinco puntos menos. Esto hace que la empresa tenga una gran flexibilidad para adaptar sus precios y sus operaciones a la evolución del ciclo del seguro de automóviles. Creo que es un cambio a mejor en el que la sociedad tendrá un beneficio y una rentabilidad elevados. Hemos decidido hacer la aportación mediante una ampliación sin derecho preferente porque es una aportación de negocios, no dineraria. No tendría sentido pedirle dinero al inversor si no hay una razón para usarlo. Le pediremos dinero cuando tengamos alguna necesidad de inversión.

Creo que el accionista terminará por valorar que todo el negocio esté en Bolsa, se encuentre bajo la disciplina del mercado y que se aclaren las competencias entre el consejo de Mapfre, SA, y el de la Fundación.

¿Tienen previsiones de cómo se valorará la compañía?

Sí, pero tenemos que esperar que los bancos de inversión que hacen la valoración terminen su trabajo. Entendemos, no obstante, que el beneficio por acción no se verá afectado negativamente. De hecho, esperamos que se vea impulsado y salga mejor de lo que hubiera salido con la Corporación Mapfre actual. El accionista saldrá beneficiado.

¿Se podrían plantear sacar a Bolsa el holding Mapfre Caja Madrid en el futuro?

No lo creo probable, ya que la idea es que estén todos los negocios en un solo holding, el que cotiza en Bolsa. No queremos tener otras piezas que coticen de forma independiente.

El cambio de estructura debe ser aprobada por una junta extraordinaria de mutualistas. ¿Se han fijado lograr algún porcentaje de participación para reforzar la legitimidad del proceso?

La legitimidad viene determinada por los estatutos. La información está a disposición de los mutualistas y los cambios se aprueban conforme a la ley. Según los estatutos de Mapfre, que fueron fijados en los años cincuenta, en caso de disolución de la Mutua el patrimonio va a la Fundación y los mutualistas reciben el fondo mutual y parte de las plusvalías que afloren.

¿Cree que los mutualistas optarán por convertirse en accionistas o preferirán el dinero contante y sonante?

Esperamos que muchos acepten ser accionistas. Así seguiremos contando con su participación.

¿Qué efectos espera que tenga a largo plazo la reestructuración sobre los índices que emiten las agencias de calificación crediticia?

Las agencias mantienen que se trata de una reorganización interna y no han cambiado su valoración. Ya veremos qué pasa a largo plazo. Explicaremos que el grupo tendrá mayor flexibilidad y que, por tanto, el rating mejorará. Pero creo que las agencias han entendido bien la operación en un primer momento. La solvencia del grupo sigue igual.

Ustedes han dicho que van a aumentar su cartera de inversiones, ¿qué planean al respecto?

Tenemos una cartera de inversiones en torno al 7% y esperamos llegar al 8% o al 9%, pero siempre con un riesgo bajo y una diversificación importante. No es nuestra política tomar participaciones en grandes compañías.

Han hablado ustedes de compras en Europa. Pero en el continente hay mercados muy dispares.

Los mercados mediterráneos tienen una mayor cercanía al español, pero también pueden presentar más resistencias de otro tipo. Europa del Este nos puede interesar porque, gracias a América Latina, tenemos experiencia en países emergentes. Pero pensamos más en realizar adquisiciones en algún mercado desarrollado que nos permita ser un competidor europeo de primer nivel.

¿Y cuál será su estrategia de expansión en Norteamérica y Asia?

Estados Unidos es un mercado grande y descentralizado. Ahí podemos operar en aquellos Estados con más población hispana. Tenemos pequeñas operaciones en Florida y ya trabajamos en Puerto Rico. En China el planteamiento es distinto. Hemos solicitado la licencia para operar con seguro directo. Ya damos asistencia en carretera y también estamos como reaseguradores. Todavía tardaremos un año y medio en obtener el permiso. Para entonces habremos decidido si vamos solos o con socios, y si nos centramos en una provincia del país.

¿Tendrá alguna repercusión la integración sobre el equipo directivo?

Ahora no, pero lo más probable es que en 2007 haya cambios. Esto es porque la nueva Mapfre no es exactamente la continuación de Corporación Mapfre. Además hay un componente de renovación generacional. No habrá una reestructuración en la plantilla.

Un modelo de negocio transversal

Mapfre piensa en horizontal. 'Preparamos un modelo de negocio más transversal. Orientaremos los procesos más hacia el cliente, porque, al fin y al cabo, él es uno y no tiene por qué preocuparle que haya varias 'fábricas' de seguros. El cliente conoce Mapfre y punto', explica Sugranyes.La compañía está renovando toda la red informática para salir de la verticalidad que impone la división por ramos del negocio. Su objetivo: que todas las sucursales comercialicen todo tipo de productos. 'La unificación de la red ha sido el cambio más importante con los instrumentos para que el comercial tenga la información relativa a un cliente', sostiene.Para sacar el máximo partido de las sinergias derivadas de esta reforma informática, se ha creado Red Mapfre. Esta filial será la encargada de englobar todo el entramado comercial del grupo en el nuevo organigrama corporativo, desde los agentes al canal de bancaseguros.Mapfre también se prepara para la directiva europea sobre riesgos Solvencia II. 'Desarrollamos nuestro propio modelo de gestión de riesgo. Mapfre Re ya lo tiene. Ahora trabajamos con Mapfre empresas y Autos lo tendrá', afirma.

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