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Para invertir

El campeonato ya cotiza en los mercados

Aún restan 13 días para que el balón comience a rodar en el partido inaugural de la Copa del Mundo que disputarán las selecciones de Alemania y Costa Rica en el Allianz Arena de Múnich. Sin embargo, el campeonato ya se juega desde hace semanas en otro terreno: el bursátil. Y es que el mayor espectáculo deportivo y televisivo contemporáneo es como un gran pulpo cuyos tentáculos abarcan diferentes ámbitos, entre ellos, por supuesto, el económico. Así lo atestigua la profusión de informes de bancos de inversión de renombre acerca del impacto que tendrá el Mundial de Alemania en los mercados financieros.

Uno de estos estudios ha sido realizado por ABN Amro y lleva por nombre Soccernomics. Ruben van Leeuwen, coautor del mismo, explica que si han realizado este análisis, 'no es para poder hablar de fútbol en el trabajo', sino porque están convencidos de que este deporte tiene influencia sobre la economía. 'El efecto macroeconómico y en los mercados financieros no es tan grande como para transformar una recesión en boom, pero tampoco debe ser infravalorado'.

El estudio del banco holandés desvela que el crecimiento económico de aquellos países que ganan la Copa del Mundo tiende a ser mucho mejor durante el año mundialista que el del país que pierde la final. 'El vencedor disfruta de media de un crecimiento adicional del 0,7%, mientras que los finalistas sufren una pérdida en el PIB del 0,3% en comparación con el año anterior', explican.

¿Existe esta misma correlación con los mercados de valores? 'Desafortunadamente, los datos disponibles son discontinuos, pero está claro que durante los tres últimos campeonatos la Bolsa del país ganador se ha comportado mucho mejor en términos relativos que el índice del país finalista. De media, los primeros arrojan una rentabilidad del 10%, mientras que la caída de los perdedores es del 25%', comentan.

Que los resultados deportivos se trasladen al terreno económico es algo psicológico, según estos analistas. 'Cuando los consumidores están felices suelen gastar más', resumen. En Holanda, por ejemplo, a mediados de 1988 el índice de confianza de los consumidores era muy bajo; llegó la Eurocopa, la ganó la selección naranja y el índice repuntó siete puntos en la segunda parte del año.

Por último, el informe de ABN Amro se cuestiona qué país convendría que ganase el Mundial para maximizar los efectos económicos positivos que ello conlleva. Su conclusión es que el país más necesitado es Italia. 'Una victoria azzurra incrementaría la confianza de sus consumidores y empresas, lo que se traduciría en mayor gasto e inversión. También ayudaría al país a mejorar su imagen, con aumento de las exportaciones. Además el impulso económico podría facilitar al nuevo Gobierno la ejecución de las necesarias reformas', concluyen.

Pero más allá de los efectos favorables a posteriori para el país que alce la Copa del Mundo el próximo 9 de julio en Berlín, lo cierto es que el campeonato ya está teniendo repercusiones positivas para determinadas compañías cotizadas. No en vano, el evento tendrá una audiencia combinada de 30.000 millones de espectadores durante los 64 partidos que se celebrarán, según previsiones de la FIFA, siete veces más que la audiencia generada por los últimos Juegos Olímpicos de Atenas en 2004.

Un claro ejemplo de ello es DSG Internacional, el mayor distribuidor de electrodomésticos del Reino Unido. Sus acciones han llegado a tocar máximos de cuatro años ya que las ventas se han disparado un 8% en las últimas semanas debido a la alta demanda de pantallas planas para ver el Mundial. Las compras de aparatos de televisión junto con el aumento de los gastos publicitarios por parte de las compañías durante el campeonato podrían añadir al PIB británico cerca de 1.900 millones de euros, según un estudio del Centre for Economics and Business Research.

Con el fin de aprovechar el impacto que tiene el Campeonato en determinados sectores, Société Générale ha creado una cesta de warrants sobre nueve compañías (Puma, Accor, Continental, Nestlé, Adidas, Danone, Beierdorf, Heineken y Pinault-Printemps). El criterio del banco para incluir a un valor en esta lista es que tenga una capitalización superior a los 3.000 millones de euros y que haya batido al mercado durante los meses previos de al menos cuatro de los últimos cinco mundiales disputados.

'El campeonato es también un evento de primer orden económico y financiero, con una amplísima audiencia global. El Mundial tiene sobre todo un gran impacto en el país anfitrión la Bolsa alemana se sitúa a la cabeza de los índices europeos con una subida anual del 7%. Además las campañas promocionales serán vistas por millones de personas', indican desde Société Générale. En este sentido, su cesta de valores está compuesta por compañías que se beneficien del consumo doméstico en Alemania; de las ventas de artículos deportivos; y de aquellas empresas que son patrocinadores oficiales de la FIFA.

Además de estos valores, otros posibles beneficiados por la celebración del Mundial pueden ser los grupos de telecomunicaciones y las compañías especializadas en apuestas. En el primer caso, el evento futbolístico podría engordar las ventas de las telecos en casi 5.000 millones, según un estudio de la empresa británica Visiongain, ya que los aficionados comprarán muchos servicios relacionados con el campeonato como descargas o servicios de texto. Por su parte, está previsto que el Mundial mueva más de 1.460 millones en apuestas.

Los bonos, rehenes de los goles

La celebración del campeonato del Mundo de Fútbol en Alemania podría condicionar el funcionamiento del mercado de bonos corporativos, acelerando las emisiones antes del mundial para frenar en seco durante el mes que dura el evento.Así al menos lo demuestra la experiencia en anteriores mundiales. En mayo de 2002, mes previo al campeonato de Corea y Japón, las compañías industriales incrementaron en un 48% las ventas de bonos, mientras que las nuevas emisiones cayeron a la mitad el mes siguiente cuando millones de espectadores veían los partidos, de acuerdo con los datos de BNP Paribas.Pierre Lebel, jefe de renta fija de Société Générale, recuerda en una entrevista a la agencia Bloomberg, que durante el mundial de Francia en 1998 el mercado de bonos 'prácticamente se paró'. Lebel reconoce que está aconsejando a aquellas compañías que necesiten captar dinero que se den prisa, 'como lo están haciendo muchos de mis colegas'.Los expertos apuntan que este año podría repetirse la situación con el agravante de que el Banco Central Europeo está en plena fase restrictiva en su política económica, un argumento más para que se acelere el préstamo antes de que sea más caro.

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