Parmalat cierra las fábricas de Alicante y Burgos y elimina 99 empleos

Parmalat España ha comunicado a los trabajadores de las fábricas de Alicante y Burgos su intención de cerrar ambas plantas como parte del 'plan de relanzamiento de la actividad' en España'.

Estos cierres supondrán la eliminación de 99 empleos: 72 en la fábrica de Alicante y 27 en la de Burgos. Según un portavoz, la compañía quiere llevar a cabo prejubilaciones y bajas incentivadas y ya ha comunicado a los representantes de los trabajadores su intención de iniciar un proceso de diálogo. No se ha fijado un plazo para el cierre de las instalaciones aunque la empresa quiere llegar a un acuerdo con los empleados antes del verano y vender los terrenos donde se asientan las dos fábricas.

Mientras la planta alicantina pertenece a la filial Letona y se dedica a la producción de yogures, la burgalesa corresponde a Clesa y se encarga de la fabricación de leche condensada y derivados lácteos.

La compañía afirma que 'el grado de utilización de las instalaciones del grupo es inferior al 50%', lo que se traduce en una productividad 'un 51% inferior a la media del sector, lo que indica un sobredimensionamiento de las instalaciones y de la plantilla y una ineficiencia relevante en los procesos de negocio'.